Ecologistas en Acción ha denunciado la falta de acción y planificación del Ayuntamiento de Madrid ante las recientes olas de calor, que han causado un aumento significativo en la mortalidad. Hasta el 11 de agosto, se registraron 1.869 muertes atribuibles al calor en España, un 34% más que el año anterior. La organización destaca que la crisis térmica afecta desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables, exacerbando desigualdades socioeconómicas. A pesar de conocer las medidas necesarias para mitigar estos efectos, como aumentar espacios verdes y mejorar el transporte público, las políticas actuales parecen contradecir estas soluciones. Ecologistas en Acción exige una estrategia integral para reverdecer la ciudad y proteger a los más afectados por el calor extremo.
Greenpeace ha publicado un informe alarmante que revela que más del 70% de las capitales españolas carecen de redes de refugios climáticos, esenciales para proteger a la población del calor extremo. Solo 16 de las 52 capitales cuentan con refugios públicos, y varias comunidades autónomas, como Extremadura y Galicia, no tienen ninguno. Los horarios de apertura y la adecuación de estos espacios son deficiencias críticas que limitan su eficacia. Con más de 1800 muertes atribuidas al calor en el verano actual, Greenpeace exige medidas urgentes para garantizar la protección de las personas vulnerables y transformar los municipios en entornos resilientes frente al cambio climático.
El Mediterráneo ha experimentado un notable aumento de temperatura en los últimos 40 años, con un incremento medio que ha alcanzado hasta cinco grados por encima de lo habitual. Este fenómeno se relaciona directamente con el cambio climático y sus efectos en el ecosistema marino. En particular, las temperaturas del agua han mostrado una tendencia al alza, siendo 2023 y 2024 años récord con anomalías significativas. Las playas más afectadas son las murcianas, especialmente las del Mar Menor, donde la temperatura media ha subido de 24 °C en 1986 a más de 27 °C en 2023. Este calentamiento no solo afecta la vida marina, sino que también puede influir en la formación de tormentas severas debido a la mayor disponibilidad de energía y humedad en la atmósfera. La crisis climática sigue marcando la pauta en el comportamiento del clima mediterráneo, haciendo urgente la atención sobre sus consecuencias.
El cambio climático está provocando un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en Europa, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este fenómeno, considerado un "asesino silencioso", representa una amenaza significativa para la salud de las poblaciones vulnerables. Recientes reportes indican que regiones de Europa, incluyendo España, Portugal, Italia y Grecia, han registrado temperaturas extremas que superan los 45°C. Las ciudades son especialmente afectadas debido al efecto de "isla de calor urbana". Ante este escenario, la OMM está implementando iniciativas para mejorar la respuesta sanitaria y proteger a los grupos más afectados por el calor extremo.
El estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en la región europea, dice la agencia sanitaria mundial, y llama a los gobiernos a tomar medidas para mitigar los choques térmicos en las personas vulnerables. Los efectos negativos del calor y el calor extremo en la salud son en gran medida prevenibles, añade. Entre 2000 y 2019 se produjeron en el mundo 489.000 decesos anuales vinculados al calor.
La agencia para la infancia emite seis recomendaciones para que los gobiernos protejan a los niños pequeños, especialmente vulnerables a los efectos del aumento de las temperaturas sobre la salud. Alrededor de la mitad de los niños de la región, unos 92 millones, están expuestos a frecuentes olas de calor.
Un equipo internacional de investigadores en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado las temperaturas en España durante el verano de 2022.
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El calor extremo continúa afectando a cientos de millones de personas en todo el mundo, según la Organización Meteorológica Mundial. Este fenómeno se agrava por incendios forestales y mala calidad del aire, con temperaturas que superan los 50°C en regiones como Irán e Iraq. Japón ha registrado un récord nacional de 41,8°C, mientras que Europa también enfrenta olas de calor e incendios devastadores. El cambio climático está detrás de estas condiciones extremas, y se estima que entre 2000 y 2019 hubo aproximadamente 489.000 muertes anuales relacionadas con el calor. Las autoridades destacan la importancia de implementar alertas tempranas y planes de acción para mitigar estos efectos.
Greenpeace ha lanzado un llamado urgente a la Unión Europea para implementar nuevos impuestos a las empresas fósiles y alcanzar emisiones cero netas para 2040, en respuesta al alarmante aumento de muertes por calor extremo en Europa. En España, casi 10,000 personas han fallecido por altas temperaturas en los últimos tres años, y el cambio climático está exacerbando fenómenos como incendios forestales, inundaciones y sequías. La organización destaca que las olas de calor son el evento más mortal en Europa y exige acciones climáticas ambiciosas para proteger a la población. Con la próxima Cumbre del Clima (COP30) en Brasil, Greenpeace enfatiza la necesidad de compromisos internacionales y planes concretos para abordar esta crisis global.
Un análisis de los datos de AEMET revela que las olas de calor en España han evolucionado significativamente en los últimos 50 años, siendo más tempranas y prolongadas. Se prevé que junio de 2025 sea uno de los meses más cálidos registrados, con episodios extremos que se han vuelto comunes en este periodo. Desde 1975, Cuenca ha liderado el número de olas de calor, mientras que la última década ha visto un aumento notable en su frecuencia. El cambio climático juega un papel crucial en esta tendencia, haciendo que temperaturas extremas sean al menos cinco veces más probables debido a la actividad humana. Este fenómeno no solo afecta a España, sino también a otras regiones de Europa como Francia e Italia.
Un equipo internacional de investigación, liderado por la Universitat de València, ha publicado un artículo en 'Nature Communications' que destaca el papel crucial de la Inteligencia Artificial (IA) en la comprensión y mitigación de fenómenos climáticos extremos como inundaciones, sequías e incendios forestales. Este estudio propone que la IA no solo mejora las predicciones meteorológicas, sino que también ayuda a entender los impactos de estos eventos y a comunicar riesgos de manera efectiva. La investigación subraya la necesidad de colaboración interdisciplinaria para superar barreras técnicas y éticas, asegurando que las herramientas tecnológicas sean accesibles y útiles para todas las comunidades.
Las olas de calor son el evento meteorológico extremo más mortal en España: 8000 muertes atribuibles al calor extremo entre 2022 y 2023. En la conocida Puerta del Sol de Madrid las cámaras de Greenpeace midieron esta semana una temperatura de 54,8 ºC, mientras que en la cercana Plaza Mayor se alcanzaron los 63,5 ºC y en la plaza de Callao, se midieron más de 65 ºC.
Europa es el continente que más rápidamente se está calentando. La crisis climática condujo a que 2023 fuera conjuntamente uno de los dos años más cálidos jamás registrado en Europa. Con un número récord de días con "estrés térmico extremo", las muertes relacionadas con el calor fueron superior a la normal.
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