El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado su EstrategIA CSIC 2025–2030 en inteligencia artificial durante el encuentro del Grupo Research7+ en Ottawa, Canadá. Esta estrategia busca promover un uso ético y transformador de la IA en la investigación y transferencia del conocimiento, alineándose con iniciativas europeas y nacionales. La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, destacó el compromiso de la institución con la formación en competencias digitales avanzadas y mencionó que actualmente se gestionan más de 90 proyectos activos en IA, con un presupuesto superior a 21 millones de euros. La reunión también reunió a importantes instituciones científicas del G7 para fomentar la colaboración en este campo.
Un equipo internacional, liderado por el Centro de Neurociencias Cajal del CSIC, ha identificado genes clave para la memoria a largo plazo en la mosca del vinagre. Este estudio revela el mecanismo molecular que permite a las neuronas almacenar recuerdos, publicándose en Nature Communications. Los investigadores utilizaron técnicas de secuenciación de ARN para analizar la actividad génica durante el aprendizaje, identificando 16 genes esenciales para la formación de la memoria, entre ellos los factores de transcripción Hr38 y Sr. Estos hallazgos avanzan en la comprensión de los procesos biológicos detrás de la memoria y sugieren mecanismos comunes en diversas especies.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha lanzado el Portal BCBHub, una herramienta digital diseñada para mapear y fortalecer la comunidad de Biología Computacional y Bioinformática en España. Este portal permite localizar más de 300 investigadores, 188 grupos de trabajo y 78 centros relacionados con esta disciplina. Su objetivo es proporcionar un espacio accesible donde los usuarios puedan consultar expertos, herramientas y oportunidades de colaboración científica. La iniciativa busca consolidar el liderazgo del CSIC en biología computacional y fomentar la cooperación entre investigadores, empresas y universidades, contribuyendo a un modelo de investigación más coordinado y visible.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Naturgy han lanzado la IV edición del 'Premio Fundación Naturgy-CSIC a la investigación e innovación tecnológica en el ámbito energético'. Este galardón, que otorga 100.000 euros al mejor proyecto de innovación energética en España, busca impulsar la transición hacia una economía descarbonizada. Este año se introduce un Accésit de 30.000 euros para fomentar más investigaciones en este campo. Los proyectos deben ser inéditos y desarrollados por grupos de investigación sin ánimo de lucro en España, con candidaturas abiertas hasta el 15 de febrero de 2026. La ceremonia de premiación se llevará a cabo en junio de 2026 en Madrid.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera un contrato europeo de 2,6 millones de euros para aplicar inteligencia artificial en la generación de proyecciones regionales del cambio climático. Esta iniciativa, adjudicada al Instituto de Física de Cantabria (IFCA), busca desarrollar emuladores basados en aprendizaje profundo que reproduzcan el comportamiento de modelos climáticos regionales. El proyecto tiene como objetivo mejorar las proyecciones climáticas a escala regional y facilitar el acceso a datos más detallados para científicos y responsables políticos. Además, se establecerán nuevos estándares de calidad y metadatos, garantizando que los datos generados sean accesibles y reutilizables. La colaboración incluye ocho instituciones europeas destacadas, consolidando así el papel del CSIC en la investigación sobre cambio climático e inteligencia artificial.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha lanzado Epidemiradar, una innovadora herramienta ciudadana para monitorear la gripe y el COVID-19 en España. Esta plataforma online permite a los residentes participar de manera voluntaria, registrándose y completando un breve cuestionario sobre su estado de salud. Los datos recopilados se anonimizan y se utilizan para crear mapas que muestran la evolución de síntomas gripales en diferentes regiones del país, facilitando así la detección de patrones y la anticipación de brotes. Epidemiradar forma parte de una red europea destinada a complementar la vigilancia tradicional de virus respiratorios, contribuyendo al avance del conocimiento epidemiológico y a la formulación de políticas de salud pública.
Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM) han desarrollado moléculas sintéticas que corrigen un error en la lectura del gen CPEB4, implicado en el autismo idiopático. Estas moléculas, conocidas como oligonucleótidos antisentido, actúan como parches para asegurar la correcta producción de proteínas esenciales en el cerebro. Este avance, patentado por el CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid, abre nuevas posibilidades para tratamientos futuros del autismo y otros trastornos relacionados. Aunque se ha demostrado su efectividad en cultivos celulares, los investigadores destacan que aún es necesario realizar estudios preclínicos para evaluar su aplicación terapéutica en modelos animales.
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Investigadores del Institut de Biologie Structurale y del CSIC han identificado una estructura molecular clave que podría permitir a las plantas generar su propio fertilizante a partir del nitrógeno atmosférico. Este avance se centra en las nitrogenasas, enzimas esenciales que transforman el nitrógeno inerte en formas asimilables. El estudio revela la importancia de la proteína NifEN en el ensamblaje del cofactor necesario para la actividad de las nitrogenasas. Utilizando técnicas avanzadas como la microscopía electrónica criogénica, los científicos han observado un proceso dinámico en el que NifEN actúa como un andamio molecular. Este descubrimiento abre la posibilidad de desarrollar cultivos más sostenibles que reduzcan la dependencia de fertilizantes sintéticos, promoviendo una agricultura más ecológica.
Los aceleradores de partículas son dispositivos esenciales que han transformado la ciencia y la tecnología, contribuyendo al bienestar social. Utilizados en aplicaciones como escáneres de rayos X y tratamientos de radioterapia para el cáncer, estos equipos permiten generar, acelerar y confinar haces de partículas cargadas. Un nuevo libro del CSIC, titulado "Aceleradores de partículas. Del laboratorio a la sociedad", explora su evolución y diversas aplicaciones. Desde su invención en el siglo XX hasta los avances actuales, los aceleradores han revolucionado campos como la medicina, donde más del 45% se utilizan para diagnósticos y terapias. Además, su uso se extiende a la industria y el medio ambiente, demostrando ser herramientas clave en la investigación científica y la innovación tecnológica.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) destinará 18 millones de euros a la construcción del Centro de Investigación en Tecnología para las Ciencias del Mar (TECMAR) en Gandía. Este centro, que ocupará más de 5.500 metros cuadrados, se enfocará en la sostenibilidad energética y contará con tecnología avanzada para abordar el cambio climático y proteger el mar Mediterráneo. La ministra de Ciencia, Diana Morant, destacó su importancia para anticipar los efectos de la emergencia climática en los océanos. El edificio incluirá laboratorios de robótica marina e inteligencia artificial, así como espacios para vehículos submarinos. Las obras, que comenzarán pronto tras la concesión de la licencia por el Ayuntamiento, tendrán una duración estimada de 18 meses.
Un equipo del Centro de Automática y Robótica (CAR) del CSIC y la UPM ha automatizado un vehículo eléctrico Renault Twizy para convertirlo en una plataforma autónoma de inspección de cultivos. Este sistema, basado en tecnología drive-by-wire y control distribuido, permite al vehículo navegar sin intervención humana, demostrando su eficacia en viñedos comerciales. Equipado con sensores avanzados y algoritmos de lógica difusa, el vehículo optimiza la monitorización agrícola y reduce costos al reutilizar vehículos comerciales existentes. Este avance es clave para la agricultura 4.0, integrando robótica e inteligencia artificial en la producción agrícola.
Un estudio del CSIC ha creado el primer inventario mundial del carbono almacenado por las praderas submarinas, también conocidas como bosques azules. Estos ecosistemas, que representan menos del 0,2% del océano, son capaces de absorber más del 10% del dióxido de carbono que los océanos capturan anualmente. El inventario proporciona datos regionales y globales sobre la capacidad de estas praderas para actuar como sumideros de carbono, revelando que pueden almacenar hasta siete toneladas de CO₂ por hectárea al año. La investigación destaca la importancia de conservar estos ecosistemas para mitigar el cambio climático y sugiere incluirlos en mercados de créditos de carbono para fomentar su protección y restauración.
Un estudio global revela que las especies animales invasoras afectan la dispersión de semillas en más del 90% de las islas del mundo. Investigadores analizaron 120 islas en 22 archipiélagos y encontraron que más del 40% de las especies frugívoras son alóctonas, lo que ha alterado significativamente los ecosistemas insulares. La llegada de estos animales, como iguanas y roedores, ha superado el impacto de la extinción de especies nativas, comprometiendo la supervivencia de muchas plantas. El estudio destaca la importancia de gestionar tanto las extinciones como las introducciones para conservar la biodiversidad insular y sugiere que es crucial restaurar funciones ecológicas perdidas mediante el control de especies invasoras y la reintroducción selectiva de dispersores nativos.
Un equipo del Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI), en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha desarrollado un sistema robótico innovador para automatizar la apertura de envases médicos estériles. Este avance busca reducir las lesiones musculoesqueléticas que sufren los profesionales de la salud al abrir múltiples paquetes durante su jornada laboral, un proceso que requiere alta concentración y cuidado. El sistema utiliza pinzas robóticas que garantizan una apertura segura y estéril sin intervención humana, mejorando así la ergonomía y eficiencia en quirófanos. Esta tecnología se está desarrollando en el marco del proyecto SoftEnable, con el objetivo de apoyar al personal sanitario ante la creciente escasez de profesionales en Europa.
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