Amazonia

12/05/2025@12:43:46

Activistas de Greenpeace han "precintado" simbólicamente cajeros del banco Santander en 17 ciudades de España para denunciar su contribución a la destrucción de la Amazonía. La protesta, que incluye cintas y pegatinas con mensajes como "Santander mata la Amazonía", busca alertar sobre las inversiones del banco en JBS, la mayor empresa cárnica mundial, vinculada a la deforestación. Greenpeace exige que el Santander deje de financiar prácticas que amenazan el ecosistema amazónico y destaca la necesidad urgente de detener la degradación ambiental para combatir el cambio climático.

Greenpeace ha exigido un mayor compromiso político hacia una transición ecológica justa en respuesta a los aranceles impuestos por el presidente Trump. En vísperas de la votación del Real Decreto-ley 4/2025, la organización subraya la necesidad de priorizar ayudas para pymes y pequeños productores, evitando que grandes empresas reciban subsidios sin condiciones ambientales. Además, Greenpeace critica las políticas comerciales que amenazan la Amazonía y defiende una economía más sostenible alineada con los objetivos del Acuerdo de París y la Agenda 2030. La organización también aboga por un sistema eléctrico renovable para combatir el cambio climático y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

En el Día Internacional de los Bosques, Greenpeace destaca la importancia crucial de la Amazonía y señala que 2025 será un año decisivo para su futuro. La próxima COP30 en Brasil es una oportunidad vital para abordar la deforestación y el cambio climático, ya que la Amazonía juega un papel fundamental en la regulación del clima global. Greenpeace advierte sobre la grave pérdida de biodiversidad y superficie forestal en la región, impulsada por actividades agroalimentarias que generan emisiones significativas de gases de efecto invernadero. La organización insta a detener la deforestación y promover prácticas sostenibles para mitigar el calentamiento global y proteger los derechos de los pueblos indígenas.

Un informe muestra que esos focos ígneos fueron al menos tres veces más probables en Canadá y 20 veces en la Amazonia.

El pasado mes de junio ha registrado el mayor número de alertas de fuego (puntos calientes que advierten que probablemente habrá un incendio) en la Amazonía desde 2007, según los últimos datos publicados por el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales (INPE).

Un estudio sugiere que el reemplazo de la vegetación nativa por pasturas o diversos cultivos fomenta la competencia entre microorganismos presentes en el suelo y favorece a aquellos que poseen genes de resistencia

Una protesta en la embajada de Brasil en Madrid y otra en el consulado de Málaga han denunciado el avance de los incendios y la responsabilidad europea en la deforestación de la selva amazónica por su política comercial. La acción forma parte de una movilización internacional en defensa de la Amazonía bajo las etiquetas #SOSAmazonía y #StopUEMercosur.
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Greenpeace ha publicado un informe titulado "Oro tóxico", que revela la devastadora realidad de la minería ilegal de oro en la Amazonía, donde se han destruido más de 4.000 hectáreas en los últimos dos años. A pesar de los esfuerzos del gobierno brasileño para combatir esta actividad, el informe indica que la minería ilegal sigue expandiéndose, afectando especialmente a los territorios indígenas Yanomami, Munduruku, Kayapó y Sararé. La investigación destaca un aumento del 93% en las actividades mineras ilegales en Sararé y señala discrepancias alarmantes en los datos sobre el comercio de oro entre Brasil y Suiza. Greenpeace advierte sobre el impacto ambiental y social de esta práctica, que amenaza la biodiversidad y las comunidades indígenas. La reciente decisión del Tribunal Supremo Federal de Brasil para exigir verificación del origen del oro es un paso positivo, pero se requieren medidas adicionales para asegurar una protección efectiva a largo plazo.

Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) y varias universidades han descubierto un innovador sistema de drenaje y riego en la Amazonia precolombina, utilizado por la sociedad casarabe entre 500 y 1400 d.C. Este sistema permitió el cultivo intensivo de maíz durante todo el año, desafiando teorías anteriores sobre la agricultura en la región. La investigación, publicada en la revista Nature, revela cómo los casarabes transformaron tierras inundadas en campos productivos mediante canales de drenaje y estanques agrícolas, garantizando así la estabilidad alimentaria. Este hallazgo no solo destaca las capacidades tecnológicas de las civilizaciones precolombinas, sino que también ofrece lecciones valiosas para la sostenibilidad agrícola moderna.

Los “ríos voladores” que llevan las lluvias amazónicas a otras zonas del continente se están convirtiendo en corrientes de humo, que ya han llegado a 11 estados de Brasil.

La campaña estatal No a los Tratados de Comercio e Inversión ha realizado una performance ante el Ministerio de Asuntos Exteriores para exigir al Gobierno que rechace el Acuerdo UE-Mercosur.

Activistas de Greenpeace han escalado la sede de la Comisión Europea en Bruselas para colgar en su fachada una pancarta de 30 metros, con un trampantojo mostrando la Amazonia en llamas bajo el mensaje: “Incendios del Amazonas – Europa culpable”. Los activistas también utilizaron máquinas de humo y cenizas falsas para simular la actual situación de la selva amazónica, cuya temporada de incendios parece que será peor que la de 2019.

Hoy se cumple un año de la devastadora ola de incendios simultáneos y coordinados que arrasó la Amazonía brasileña durante dos días y a la que se ha denominado en el país ‘Día del Fuego’. Casi la mitad de los incendios registrados en esos dos días tuvieron lugar dentro de explotaciones ganaderas, pero la mayor parte de los ganaderos vinculados con ellos no han sido acusados hasta la fecha. Los incendios en el Amazonas en agosto de 2019 fueron los peores desde 2010.