Madrid, 24 de marzo de 2025.- En una acción que resuena con fuerza, activistas de Greenpeace han desplegado esta mañana una pancarta monumental de 66 metros cuadrados frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid. El mensaje, “We will not be silenced” (“No nos callarán”), se erige como un símbolo de resistencia en apoyo a Greenpeace USA y Greenpeace Internacional. Esta protesta pacífica surge tras la reciente condena a la organización por parte de un jurado en Dakota del Norte, que les instó a pagar 660 millones de dólares por su respaldo a las manifestaciones lideradas por la tribu sioux en 2016, en oposición a la construcción de un oleoducto por parte de Energy Transfer.
Un precedente alarmante para la libertad de expresión
Greenpeace ha advertido que este caso establece un precedente peligroso para el derecho a la protesta y la libertad de expresión. Sin embargo, la organización asegura que no se detendrán aquí: Greenpeace USA planea apelar el veredicto en Estados Unidos y Greenpeace Internacional ha presentado una demanda contra Energy Transfer en los Países Bajos, utilizando por primera vez la Directiva anti-SLAPP de la Unión Europea.
“Sabíamos que podíamos enfrentarnos a un resultado negativo en el juicio, así que estamos preparados y tenemos alternativas. Existen motivos suficientes para apelar este veredicto, ya que esta indemnización no está respaldada por los hechos ni por la ley”, declaró Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España.
Un mensaje claro ante las amenazas corporativas
A través de esta acción, Greenpeace España envía un mensaje contundente a todas las corporaciones que consideren seguir los pasos de Energy Transfer: “Las organizaciones activistas y las personas defensoras del planeta no vamos a desaparecer. El mundo es un poco mejor gracias a nuestro trabajo. No conseguirán callar a los millones de personas que nos apoyan en nuestras acciones”, agregó Saldaña.
No es la primera vez que Greenpeace enfrenta amenazas; durante más de cinco décadas, ha sido objeto de ataques violentos y represalias. Este año marca el 40 aniversario del hundimiento del Rainbow Warrior, su buque insignia, debido a dos bombas lanzadas por servicios secretos franceses para frenar protestas contra pruebas nucleares, lo que resultó en la muerte del fotógrafo portugués Fernando Pereira. A pesar de estos desafíos, Greenpeace ha demostrado su resiliencia: “no se puede hundir un arco iris”.
La lucha contra las SLAPPs y el futuro del activismo
En un contexto global cambiante, Greenpeace advierte sobre el aumento de tácticas legales utilizadas por empresas petroleras para proteger sus intereses económicos mediante demandas estratégicas contra la participación pública (SLAPP), herramientas jurídicas diseñadas para silenciar y desgastar a activistas y periodistas críticos con sus prácticas. Estas acciones tienen un impacto directo en la criminalización del derecho a protestar y ejercer libertad de expresión, derechos fundamentales consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Estados Unidos fue el escenario donde Greenpeace realizó su primera acción pacífica en 1971, específicamente en Amchitka, Alaska. Hoy, medio siglo después, su existencia se ve amenazada por un entorno político adverso bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, cuyo financiamiento provino entre otros actores del cofundador y presidente de Energy Transfer.
Defensa inquebrantable de los derechos fundamentales
“Para Greenpeace España, defender la libertad de expresión y el derecho a protestar tanto dentro como fuera de nuestras fronteras es más crucial que nunca. Necesitamos un Greenpeace fuerte que continúe luchando por un mundo más justo y verde. Las grandes petroleras pueden intentar frenar a una sola organización, pero no podrán detener todo un movimiento. No retrocederemos ni un solo paso. No nos callarán”, concluyó Saldaña.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
66 m² |
Tamaño de la pancarta desplegada frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid. |
$660 millones |
Indemnización que un jurado de Dakota del Norte ha instado a Greenpeace a pagar. |
50 años |
Años de historia de Greenpeace desde su fundación. |
40 años |
Aniversario del hundimiento del Rainbow Warrior, el buque insignia de Greenpeace. |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué acción llevó a cabo Greenpeace frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid?
Greenpeace desplegó una enorme pancarta de 66 m2 con el mensaje “We will not be silenced” (“No nos callarán”) como parte de una protesta pacífica en apoyo a Greenpeace USA y Greenpeace Internacional.
¿Por qué Greenpeace está protestando?
La protesta es en respuesta a un veredicto en Dakota del Norte que declaró culpables a Greenpeace USA y Greenpeace Internacional, instándoles a pagar 660 millones de dólares por su apoyo a las manifestaciones contra la construcción de un oleoducto por parte de Energy Transfer.
Qué significa la SLAPP mencionada en la noticia?
SLAPP se refiere a "demandas estratégicas contra la participación pública", que son demandas utilizadas por empresas para silenciar y desgastar a activistas, periodistas y organizaciones que denuncian injusticias ambientales, políticas y sociales.
¿Cuál es la posición de Greenpeace sobre el veredicto en Dakota del Norte?
Greenpeace considera que el veredicto sienta un precedente peligroso para el derecho a la protesta y la libertad de expresión, y planea apelar la decisión.
¿Qué ha declarado Eva Saldaña sobre esta situación?
Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España, afirmó que están preparados para apelar el veredicto y que tienen motivos para hacerlo, ya que consideran que la indemnización no está respaldada por los hechos ni por la ley.
¿Cómo ha respondido Greenpeace ante las amenazas legales previas?
A lo largo de su historia, Greenpeace ha enfrentado diversas amenazas y ataques, pero han continuado su labor. La organización enfatiza que no se dejarán silenciar por las corporaciones ni los gobiernos.
¿Qué importancia tiene esta acción para Greenpeace España?
Para Greenpeace España, defender la libertad de expresión y el derecho a protestar es una prioridad crucial, especialmente en un contexto donde las grandes corporaciones intentan frenar el activismo ambiental.