organizacion meteorologica mundial

08/08/2025@16:50:05

El calor extremo continúa afectando a cientos de millones de personas en todo el mundo, según la Organización Meteorológica Mundial. Este fenómeno se agrava por incendios forestales y mala calidad del aire, con temperaturas que superan los 50°C en regiones como Irán e Iraq. Japón ha registrado un récord nacional de 41,8°C, mientras que Europa también enfrenta olas de calor e incendios devastadores. El cambio climático está detrás de estas condiciones extremas, y se estima que entre 2000 y 2019 hubo aproximadamente 489.000 muertes anuales relacionadas con el calor. Las autoridades destacan la importancia de implementar alertas tempranas y planes de acción para mitigar estos efectos.

La Organización Meteorológica Mundial ha certificado un rayo de 829 kilómetros como el más largo del mundo, ocurrido en octubre de 2017 en Estados Unidos, desde Texas hasta Kansas City. Este fenómeno, que supera en 61 km al anterior récord, resalta la importancia de las alertas sobre rayos, ya que representan un grave peligro para la seguridad pública. La OMM enfatiza que los rayos pueden causar desastres y recomienda buscar refugio en edificios sólidos o vehículos cerrados durante tormentas eléctricas.

El cambio climático está provocando un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en Europa, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este fenómeno, considerado un "asesino silencioso", representa una amenaza significativa para la salud de las poblaciones vulnerables. Recientes reportes indican que regiones de Europa, incluyendo España, Portugal, Italia y Grecia, han registrado temperaturas extremas que superan los 45°C. Las ciudades son especialmente afectadas debido al efecto de "isla de calor urbana". Ante este escenario, la OMM está implementando iniciativas para mejorar la respuesta sanitaria y proteger a los grupos más afectados por el calor extremo.

Un nuevo estudio confirma que 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales. Según la Organización Meteorológica Mundial, una vez más se han batido récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie y en los océanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.

El año pasado, la temperatura media mundial superó en aproximadamente 1,11 °C los niveles preindustriales (1850-1900). Los siete años más cálidos se han dado todos desde 2015, y los tres primeros lugares de la clasificación corresponden a 2016, 2019 y 2020. Nos acercamos peligrosamente al límite inferior del Acuerdo París para frenar el calentamiento global.

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Las tormentas de arena y polvo afectan a más de 330 millones de personas en 150 países, causando muertes prematuras, problemas de salud y pérdidas económicas significativas. Estas tormentas, que pueden reducir la producción agrícola en un 20%, son exacerbadas por la degradación del suelo y la mala gestión del agua. A pesar de ser un fenómeno natural, su impacto se ha intensificado, convirtiéndose en un reto global que requiere acción coordinada. La Organización Meteorológica Mundial advierte sobre las graves consecuencias para la salud pública y la economía, instando a una mayor inversión en sistemas de alerta temprana y seguimiento de datos para mitigar sus efectos.

El nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial revela que los últimos diez años han sido los más cálidos registrados, destacando que 2024 fue el año más caliente y 2025 podría superarlo. Greenpeace advierte que el calentamiento climático se acelera, señalando que España debe aumentar su ambición climática y redirigir las subvenciones a combustibles fósiles hacia una transición ecológica justa. La organización insta a implementar nuevos impuestos a la industria fósil para enfrentar los costos de la crisis climática y propone adaptar entornos urbanos con soluciones basadas en la naturaleza para proteger a las poblaciones vulnerables.

La Niña se produce por un enfriamiento a gran escala de la superficie oceánica de la parte central y oriental en la región ecuatorial del Océano Pacifico, unido a cambios en la circulación atmosférica tropical, es decir, vientos, presión y precipitaciones.

El registro tomado en Siberia durante el verano de 2020 hace “saltar las alarmas” sobre la evolución de las condiciones climáticas. La agencia de la ONU que analiza los fenómenos meteorológicos entiende que la temperatura es “más propia del Mediterráneo que del Ártico” y, a su vez, examina otras máximas pendientes de confirmación.