Cerebro

02/10/2025@19:08:56

La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia y plantea grandes desafíos tanto para quienes la padecen como para sus cuidadores. Esta enfermedad neurodegenerativa provoca cambios progresivos en el cerebro, afectando áreas cruciales para la memoria, el lenguaje y las emociones. Los primeros daños se producen por la acumulación de proteínas tóxicas, como las placas de beta-amiloide y los ovillos de proteína tau, que destruyen neuronas y desencadenan inflamación crónica. Las regiones más vulnerables incluyen la corteza entorrinal y el hipocampo, esenciales para la formación de recuerdos y la orientación espacial. A medida que avanza la enfermedad, se ven afectadas otras áreas del cerebro, lo que lleva a un deterioro significativo en las funciones cognitivas y motoras. Comprender estos cambios es fundamental para abordar la enfermedad con empatía y desarrollar estrategias de apoyo adecuadas.

Un equipo del Instituto de Óptica del CSIC, en colaboración con el CNRS, ha desarrollado un nuevo modelo matemático que explica el funcionamiento de las neuronas en la corteza visual del cerebro. Este avance, publicado en el Journal of Neuroscience, permite diseñar redes neuronales artificiales más efectivas que imiten mejor los procesos cerebrales. A diferencia del modelo clásico de 1959, este nuevo enfoque incluye aspectos complejos como el papel de las dendritas en la transmisión de información. Los investigadores buscan extender este modelo para aplicarlo en neurociencia y visión por computadora, mejorando así la estabilidad y precisión de las redes neuronales en inteligencia artificial y aprendizaje automático.

Un estudio del CSIC revela que el cerebro humano crea mapas mentales más complejos de lo que se pensaba, mejorando nuestra capacidad para orientarnos y memorizar. Liderado por Liset M de la Prida en el Centro de Neurociencias Cajal, este hallazgo ofrece una nueva visión sobre cómo se organiza y procesa la información espacial en el hipocampo, crucial para la navegación y la memoria. La investigación fue publicada en la revista Neuron.

Un equipo de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado identificar el origen de las corrientes eléctricas en el cerebro de pacientes epilépticos. Este avance, publicado en The Journal of Neuroscience, utiliza técnicas biomatemáticas para analizar registros intracraneales y distinguir entre la actividad epiléptica y la normal. Los hallazgos permitirán personalizar intervenciones clínicas, mejorando el tratamiento de la epilepsia y reduciendo falsos positivos en los diagnósticos. Esta investigación representa un paso significativo hacia una medicina más precisa en el manejo de trastornos neurológicos.

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Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que enfermedades psiquiátricas como el trastorno bipolar, así como el consumo de alcohol y drogas, limitan la capacidad del cerebro para generar nuevas neuronas. Publicado en la revista Cell Stem Cell, este trabajo es el primer estudio histológico que confirma la existencia de células madre en división en el cerebro humano adulto, evidenciando la neurogénesis hipocampal adulta. La investigación destaca cómo la depresión y la esquizofrenia afectan negativamente las fases iniciales de este proceso, lo que podría tener implicaciones para futuras terapias en salud mental. Además, se observa que factores demográficos y hábitos de vida influyen en la neurogénesis, subrayando la importancia del nicho neurogénico en la plasticidad cerebral.

Un estudio internacional, que incluye a investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha revelado que el funcionamiento cerebral en bebés prematuros puede predecir patologías futuras. A través de imágenes de resonancia magnética, se identificaron diferencias en los patrones de conectividad cerebral entre bebés prematuros y aquellos nacidos a término. Los hallazgos sugieren que estas variaciones pueden estar relacionadas con el desarrollo neuropsicológico, lo que podría facilitar diagnósticos tempranos de trastornos como la esquizofrenia y el autismo. Este avance marca un paso importante hacia la personalización de intervenciones para mejorar la salud mental infantil.

Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga ha clasificado las señales eléctricas de un encefalograma según el género musical que se oye.