13/02/2025@14:42:10
Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, ha visitado el Buque de Investigación Oceanográfica 'Hespérides' en la Antártida, destacando su diseño para realizar investigación científica multidisciplinar en todos los océanos del mundo. Esta visita se enmarca dentro de la XXXVIII Campaña de Investigación Antártica Española, que cuenta con un presupuesto de 18,5 millones de euros y la participación de cerca de 300 personas. El 'Hespérides' apoya proyectos sobre el impacto del calentamiento global y la contaminación marina, además de ser fundamental para las investigaciones científicas españolas en regiones polares.
Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y del CSIC han publicado un artículo en The Conversation sobre la importancia de la Antártida en las corrientes oceánicas y su impacto climático. Marina Gutiérrez, Borja Aguiar y Marta Umbert analizan cómo la proyección de Spilhaus resalta el papel central del continente helado en la circulación termohalina, que redistribuye el calor en el planeta. Este estudio es crucial para entender cómo el calentamiento global afecta estas corrientes y, por ende, el clima terrestre. La investigación destaca que el deshielo antártico altera la densidad del agua, lo que repercute en las corrientes oceánicas esenciales para el equilibrio climático.
Un informe en el que participa la agencia meteorológica de la ONU advierte que los niveles de gases de efecto invernadero y las temperaturas mundiales siguen batiendo récords. La responsable del organismo pide a los Estados aprovechar la “oportunidad excepcional” que supone la Cumbre del Futuro y tomar medidas “urgentes y ambiciosas”.
La OMM recuerda que los efectos del fenómeno sobre la temperatura global suelen producirse al año siguiente de su desarrollo, en este caso 2024. Sin embargo, como consecuencia de las altas temperaturas registradas en la superficie terrestre y marina desde junio, 2023 va camino de convertirse en el año más cálido jamás registrado, por lo que el año que viene lo podría ser aún más.
El fenómeno meteorológico de La Niña, que tiene un efecto de enfriamiento, impidió que el 2022 fuera el año más cálido de la historia. La temperatura media mundial en 2022 se situó en torno a 1,15 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales (1850-1900), frente a los 1,09 grados registrados entre 2011 a 2020, indicando que el calentamiento global a largo plazo no muestra signos de detenerse.
Las actividades humanas continuaron creciendo sin descanso durante el segundo año de pandemia llevando a cuatro medidores del calentamiento global a establecer marcas históricas. Para el titular de la ONU, estos indicadores son una sombría confirmación del fracaso de la humanidad en detener el cambio climático.
Una nueva investigación publicada recientemente en 'Nature' y recogida por USACH/DICYT proyecta cambios en los patrones de la nubosidad que podría aumentar la intermitencia de la energía renovable.
La extensión anual de hielo de los ríos disminuirá en aproximadamente seis días por cada grado de aumento de las temperaturas del aire en la superficie de la Tierra, lo que desencadenará consecuencias económicas y ambientales.
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En los últimos dos años, un sistema que detecta fugas importantes de ese gas notificó 1200 casos a gobiernos y empresas, pero sólo el 1% atendió las alertas pese a que muchas veces las reparaciones son por demás simples. “Estamos hablando literalmente de apretar los tornillos con más fuerza en algunos casos”, apunta la responsable de la agencia de la ONU para el medio ambiente.
Europa es el continente que más rápidamente se está calentando. La crisis climática condujo a que 2023 fuera conjuntamente uno de los dos años más cálidos jamás registrado en Europa. Con un número récord de días con "estrés térmico extremo", las muertes relacionadas con el calor fueron superior a la normal.
La agencia de meteorología advierte que el mes de agosto ha sido en conjunto 1,5ºC más cálido que la media preindustrial de 1850-1900, las temperaturas globales de la superficie del mar han alcanzado máximos sin precedentes y el hielo marino antártico su mínimo histórico para esta época del año. Por su parte, la contaminación atmosférica ya causa 6,7 millones de muertes anuales.
La preocupante expansión de los proyectos de petróleo, gas y carbón, a pesar de que la ciencia nos dice que los combustibles fósiles deben permanecer bajo tierra para evitar los peores impactos del cambio climático, fue el centro de las discusiones durante el “Día de la Energía”, en la COP27, con muchos expertos temiendo que la meta de frenar para fin de siglo el calentamiento global a 1,5°C pueda estar en peligro.
Un nuevo informe de la agencia meteorológica de la ONU constata que el aumento de sostenido de las temperaturas por el cambio climático continuará en los próximos años. Mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero, el clima será cada vez más extremo.
Un estudio alerta que el lago Palcacocha, en los Andes peruanos, podría provocar inundaciones con consecuencias devastadoras para 120.000 habitantes de la ciudad de Huaraz.
Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 7,6% cada año entre 2020 y 2030 para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el calentamiento global se sitúe en 1,5ºC con respecto a la era preindustrial, lo que significa quintuplicar los esfuerzos actuales, ya que los actuales compromisos climáticos de los países implican un incremento de 3,2ºC, con sus consiguientes impactos destructivos.
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