La 'nueva' minería creará "nuevos problemas y potenciales desastres"
viernes 30 de octubre de 2020, 18:40h
Ecologistas en Acción ve con preocupación la “Hoja de Ruta para la gestión sostenible de Materias Primas Minerales” lanzada por la Secretaría de Estado de Energía del Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico.
A juicio de la organización ecologista, supone el mayor intento de lavado de cara de la minería metálica en el Estado español desde el desastre de Aznalcóllar, incluso cuando reconoce que el nuevo boom de la minería ligado a llamada “transición verde” solo implica reemplazar una dependencia insostenible (la del petróleo) por otra igualmente insostenible.
Bajo pretextos como la descarbonización, la lucha contra el cambio climático, la geopolítica de bloques o la desertización rural, la hoja de ruta busca allanar el camino para la nueva onda de minería especulativa que ya había denunciado Ecologistas en Acción en un informe de 2019. El aumento de la minería metálica para abastecer los mercados tecnológicos, el transporte eléctrico y a las energías renovables implica una amenaza de contaminación sin precedentes por metales pesados y la destrucción de hábitats, con especial impacto en la Red Natura 2000 y zonas agrícolas.
Ecologistas en Acción denuncia la falacia de la “minería sostenible” o de la supuesta contribución de la minería a una “economía climáticamente neutra”, cuando es un contribuyente neto al cambio climático y a la destrucción de la naturaleza. Causa el 10 % de la deforestación del Amazonas y contribuye en España a la desertificación al suponer un consumo intensivo e insostenible de recursos hídricos ya escasos y afectados por la sobredemanda de otros sectores. El International Resource Panel ha estimado que la minería es responsable por el 90 % de pérdida de biodiversidad y del 23 % de los gases de efecto invernadero en el conjunto del planeta.
La organización ecologista demanda al Ministerio que reconozca que la minería no es ni puede ser una actividad sostenible y que los yacimientos que se pretenden explotar son limitados, además de minúsculos en comparación con las reservas mundiales y que el tipo de explotación que se propone, lejos de ser sostenible, apenas contribuirá a fomentar un boom especulativo cortoplacista dejando atrás inmensos pasivos ambientales y las generaciones futuras habrán de asumir.
Critican además que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pretenda dar vía libre para crear nuevos problemas y desastres ecológicos cuando las administraciones públicas han demostrado ser incapaces de gestionar los pasivos ambientales de la minería de las últimas décadas. Recuerdan el caso de la cuenca de los ríos Tinto y Odiel, dos cauces relativamente pequeños pero que transportan el 47 % del zinc y el 15 % del cobre aportado por el conjunto de los ríos del mundo a mares y océanos, o las afecciones a la Manga del Mar Menor por las cuencas mineras de la Sierra de Cartagena.
Para Ecologistas en Acción la única apuesta realista es un cambio radical hacia el reciclaje integral, particularmente teniendo en cuenta que a día de hoy el reciclaje de minerales como el litio, telurio o tierras raras está por debajo del 1 % y el del cobre está entre el 43 % – 53 %. Es irracional aumentar la explotación minera para extraer minerales que, siendo plenamente reciclables, acabarán en pocos años enterrados en vertederos, a la vista de la nula voluntad política de impulsar su reaprovechamiento y reciclaje.
Con esta hoja de ruta el ministerio pretende hacer una ‘trasposición’ de las políticas europeas dictadas por el lobby minero con el objetivo de minimizar la oposición social, lograr legislación más favorable para la tramitación exprés de proyectos mineros y facilitar la financiación pública de proyectos altamente especulativos. De hecho, la hoja de ruta cita reiteradamente la nueva estrategia europea de materias primas críticas, lanzada en septiembre, y que ha generado una enorme contestación, incluyendo una carta abierta firmada por Ecologistas en Acción y otras 230 organizaciones de toda Europa y del resto del mundo.