Hongos

21/07/2025@12:27:32

La microbiota forestal desempeña un papel crucial en la salud de los árboles, facilitando su acceso a nutrientes y protegiéndolos de patógenos. Un estudio destaca que un gramo de suelo en bosques templados puede contener entre 10^7 y 10^9 células bacterianas, así como miles de especies de microorganismos. Estos organismos no solo ayudan a las plantas a absorber nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, sino que también actúan como defensores ante amenazas externas. Sin una microbiota adecuada, los árboles enfrentarían mayores dificultades para acceder a recursos vitales y estarían más expuestos a enfermedades. La investigación subraya la importancia de gestionar estos ecosistemas para mantener su biodiversidad y resiliencia frente al cambio global.

El CSIC ha desarrollado un método innovador para convertir el salvado de arroz, un subproducto agrícola poco valorizado, en un recurso biotecnológico de alto valor. Este salvado, que representa más de 72 millones de toneladas anuales, se utiliza comúnmente en alimentación animal. Sin embargo, investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) han demostrado que puede ser una fuente sostenible para la producción de enzimas industriales mediante hongos filamentosos. Estas enzimas tienen aplicaciones en sectores como la industria alimentaria y farmacéutica, mejorando la eficiencia y sostenibilidad de diversos procesos productivos. El estudio destaca el potencial del salvado de arroz para transformar residuos en valiosos recursos biotecnológicos.

Investigadores de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la UPCT han desarrollado ladrillos biodegradables más resistentes que los tradicionales, utilizando micelio de hongos y residuos agrícolas. Estos ladrillos "bioembasados" alcanzan una resistencia a compresión media superior a 8 MPa, superando los estándares constructivos actuales. La fabricación de estos materiales es ecológica, ya que no genera residuos contaminantes y requiere bajo consumo energético. Este innovador proyecto, liderado por Kamilia Essamhi Saidi, se presentará en un congreso del sector y representa una oportunidad para construir de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

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Un estudio del CEAB-CSIC y el CREAF revela que bacterias y hongos del Sáhara tienen una presencia persistente en los cielos del sur de Europa. Basado en treinta años de muestras de lluvia, el análisis muestra que estos microorganismos viajan miles de kilómetros en la atmósfera, afectando continuamente los ecosistemas y la salud humana. Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas para caracterizar la microbiota y simular el movimiento de aire global. Este hallazgo destaca la importancia de considerar la influencia de microorganismos lejanos en nuestro entorno, especialmente en el contexto del cambio climático. La investigación se enmarca en el proyecto AEROSMIC y resalta la necesidad de estudios a largo plazo para comprender mejor estos fenómenos atmosféricos.