Ecologistas en Acción ha expresado su firme rechazo a la creciente carrera armamentista impulsada por la Unión Europea. La organización, que se define como ecologista, social y pacifista, sostiene que las guerras y el militarismo son fuentes de destrucción y sufrimiento.
En un contexto de emergencia ecológica y social sin precedentes, Ecologistas en Acción subraya que es inaceptable destinar recursos públicos a la industria armamentística. En lugar de ello, abogan por invertir en la protección del planeta y en garantizar derechos fundamentales como la vivienda, la educación y la sanidad.
Rechazo al aumento del gasto militar
La organización denuncia la postura del gobierno español, que prioriza el rearme mientras profundiza las desigualdades sociales y contribuye a la crisis climática con políticas que favorecen al capital fósil. Según ellos, “la seguridad no se construye con armas, sino con políticas que garanticen la justicia social y ambiental”.
No a la guerra: Ecologistas en Acción afirma que la paz debe construirse mediante diplomacia, cooperación y un cambio de sistema. La historia demuestra que las guerras solo traen muerte y destrucción; cada incremento en el gasto militar aumenta el riesgo de nuevos conflictos armados. La guerra en Ucrania es un claro ejemplo: después de tres años de conflicto, se concluye que solo negociaciones efectivas pueden llevar a una resolución pacífica.
Aumento del gasto militar y crisis social
El incremento del gasto militar repercute negativamente en áreas vitales como educación, sanidad y vivienda. Estos recortes fiscales alimentan movimientos de extrema derecha en un contexto de creciente militarización. Además, los presupuestos destinados a armamento se financiarán mediante deuda pública, comprometiendo así el futuro de las próximas generaciones.
Las empresas productoras de armas están viendo aumentar sus ingresos gracias a conflictos actuales como el de Ucrania o Gaza. Ecologistas en Acción propone reconvertir estas industrias hacia sectores civiles que realmente beneficien a la sociedad.
Inversión irresponsable en plena emergencia ecológica
La organización considera inconcebible destinar más fondos al sector militar cuando hay una urgente necesidad de abordar problemas como la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Los mismos gobiernos que no logran garantizar financiación adecuada para combatir el cambio climático están dispuestos a gastar cifras exorbitantes en rearme.
Además, advierten sobre el impacto ambiental negativo que genera la industria militar, incluyendo un alto consumo de combustibles fósiles y una considerable huella de carbono. Desde Ecologistas en Acción critican esta incoherencia del gobierno español al comprometerse a reducir emisiones mientras el sector militar queda exento de regulaciones ambientales.
Peligros para la democracia
El aumento del gasto militar también fomenta prácticas autoritarias internas y control social. En tiempos bélicos, los derechos civiles suelen verse restringidos bajo pretextos de seguridad nacional. Este clima puede intensificar la represión contra movilizaciones sociales legítimas.
A su vez, existe preocupación por el posible restablecimiento del servicio militar obligatorio en varios países europeos. La organización recalca que son los hijos e hijas de las clases trabajadoras quienes suelen ser enviados a luchar, mientras las élites permanecen al margen.
Intereses económicos ajenos a la ciudadanía
Ecologistas en Acción critica cómo el rearme facilita un neocolonialismo militar destinado a acaparar recursos naturales ajenos. Denuncian que organizaciones como la OTAN operan principalmente bajo intereses estratégicos estadounidenses, utilizando otros países como peones en conflictos internacionales.
Finalmente, enfatizan que apoyar una escalada armamentística bajo el pretexto de defender “valores europeos” resulta inmoral cuando se toleran crímenes contra la humanidad como los ocurridos en Palestina. Esta doble moral pone en evidencia las contradicciones dentro de las políticas exteriores europeas.