Demencia

Traumatismos cerebrales: un factor de riesgo para la demencia

09/10/2025@19:01:34

Los traumatismos cerebrales, que pueden resultar de accidentes, caídas o deportes de contacto, tienen repercusiones que van más allá de los efectos inmediatos. La investigación actual destaca la relación entre estos traumatismos y el aumento del riesgo de demencia, sugiriendo que hasta un 3% de los casos de demencia podrían prevenirse evitando lesiones craneoencefálicas. Se estima que hasta un 10% de los diagnósticos de demencia están relacionados con traumatismos ocurridos en los 25 años previos. Las manifestaciones cognitivas tras una lesión incluyen problemas de memoria, alteraciones en funciones ejecutivas y cambios emocionales. La prevención es clave, así como la detección temprana y el seguimiento adecuado para minimizar las secuelas a largo plazo.

Cambios cerebrales en pacientes con Alzheimer y su impacto en la vida diaria

La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia y plantea grandes desafíos tanto para quienes la padecen como para sus cuidadores. Esta enfermedad neurodegenerativa provoca cambios progresivos en el cerebro, afectando áreas cruciales para la memoria, el lenguaje y las emociones. Los primeros daños se producen por la acumulación de proteínas tóxicas, como las placas de beta-amiloide y los ovillos de proteína tau, que destruyen neuronas y desencadenan inflamación crónica. Las regiones más vulnerables incluyen la corteza entorrinal y el hipocampo, esenciales para la formación de recuerdos y la orientación espacial. A medida que avanza la enfermedad, se ven afectadas otras áreas del cerebro, lo que lleva a un deterioro significativo en las funciones cognitivas y motoras. Comprender estos cambios es fundamental para abordar la enfermedad con empatía y desarrollar estrategias de apoyo adecuadas.

Tres perfiles psicológicos podrían influir en la salud mental durante el envejecimiento

Un estudio internacional publicado en la revista Nature Mental Health ha identificado tres perfiles psicológicos que pueden influir en la evolución de la salud mental, cognitiva y cerebral durante el envejecimiento. Liderado por el profesor David Bartrés-Faz, este análisis de más de mil adultos mayores revela cómo características psicológicas específicas están relacionadas con el riesgo de desarrollar demencia y otros problemas cognitivos. Los hallazgos sugieren que un perfil psicológico equilibrado se asocia con una mejor salud mental y cognitiva, mientras que perfiles con rasgos negativos incrementan el riesgo de deterioro. Esta investigación abre nuevas oportunidades para diseñar intervenciones preventivas personalizadas para mejorar la calidad de vida en la vejez.

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Alzheimer: La identidad va más allá de la memoria

La enfermedad de Alzheimer plantea interrogantes sobre la identidad y la memoria. A pesar de que esta enfermedad neurodegenerativa afecta la capacidad de recordar, estudios sugieren que ciertos aspectos de la identidad pueden mantenerse e incluso fortalecerse en fases avanzadas. La identidad se compone de dos dimensiones: personal, relacionada con la percepción interna de uno mismo, y social, que depende de las interacciones y el reconocimiento en la comunidad. Estrategias como intervenciones de reminiscencia y trabajo biográfico son efectivas para preservar la identidad en personas con demencia. La evidencia actual desafía la idea de una pérdida inevitable de identidad, destacando que esta puede seguir presente a través de relaciones y emociones, incluso cuando la memoria se ve comprometida.