El reciente cambio de hora para adoptar el horario de verano, que tuvo lugar en gran parte de los Estados Unidos el pasado 9 de marzo, ha suscitado un intenso debate sobre su idoneidad. En este contexto, la administración Trump está considerando la posibilidad de abolir esta práctica. Sin embargo, una investigación llevada a cabo por las universidades de Santiago de Compostela y Sevilla defiende la vigencia del cambio estacional al comparar las ciudades de Bogotá y Nueva York, que se encuentran en el mismo meridiano pero a diferentes latitudes.
A pocos días de que Europa también realice su cambio horario (el 30 de marzo), el estudio titulado ‘Assessing the best hour to start the day: an appraisal of seasonal daylight saving time’ examina el impacto del cambio estacional en la salud humana. Este análisis considera dos tipos de efectos: los asociados directamente con la mudanza horaria y aquellos vinculados a los meses en los que está vigente el horario de verano.
Sincronización del ciclo sueño-vigilia
Los investigadores Jorge Mira Pérez, de la Universidad de Santiago de Compostela, y José María Martín Olalla, de la Universidad de Sevilla, destacan que, por debajo de los Círculos Polares, el ciclo sueño-vigilia se sincroniza durante el invierno con la hora del amanecer. Según sus hallazgos, en Bogotá el sol sale alrededor de las 6:00 horas todos los días del año, mientras que en Nueva York el amanecer ocurre con un retraso promedio de 86 minutos.
Este desfase implica que las horas laborales disponibles en Bogotá no coinciden con las de Nueva York debido a la falta de luz natural. No obstante, durante el equinoccio de primavera, el sol vuelve a salir a las 6:00 horas independientemente de la latitud. Así, los amaneceres tardíos del invierno neoyorquino desaparecen y las horas laborales previamente inactivas ahora están disponibles.
Impacto en la vida cotidiana
“Esto retrasa la vida en Nueva York durante el invierno; sin embargo, en primavera ese retraso desaparece y se puede iniciar la actividad antes”, explica Jorge Mira. El estudio proporciona ejemplos históricos y contemporáneos donde las sociedades presentan actividades retrasadas en invierno y adelantadas en verano, alineándose con el papel regulador que tiene la luz matinal sobre el organismo humano.
Los autores argumentan que existen varios mecanismos modernos para sincronizar actividades sociales. “El uso de una hora estándar en una amplia región o horarios preestablecidos son algunos ejemplos. El cambio horario es otro mecanismo sincronizador que adapta la actividad humana a cada estación”, señala Martín-Olalla. Además, sugieren que las primeras semanas de abril y octubre serían momentos óptimos para realizar esta transición horaria.
Controversias sobre accidentes y salud
El estudio publicado en Royal Society Open Science concluye que los estudios previos no han analizado adecuadamente desde un enfoque epidemiológico los efectos del cambio estacional en la salud humana. Aunque se reporta un aumento del 5% en accidentes automovilísticos tras el cambio primaveral, los investigadores advierten que este dato debe contextualizarse dentro del fluctuante comportamiento anual (15%) en accidentes.
“El cambio horario ha funcionado durante cien años sin perturbaciones graves”, resalta Jorge Mira. “Se ha asociado erróneamente solo al ahorro energético cuando realmente es un mecanismo natural adaptativo”. Esta confusión ha llevado a críticas hacia el cambio estacional como si fuera una alteración drástica del ritmo social respecto al ciclo solar.
Dilemas futuros sobre la práctica
Los académicos critican estudios recientes que vinculan efectos negativos a largo plazo del cambio estacional con problemas como cáncer o obesidad. Argumentan que estos análisis no consideran adecuadamente las diferencias entre zonas horarias dentro del mismo país y carecen así de relevancia para entender el fenómeno estacional.
Finalmente, se examinan las razones detrás del éxito histórico del cambio horario y los obstáculos actuales enfrentados por asociaciones médicas al proponer su eliminación a favor de un horario invernal permanente. Se destaca cómo esta medida incrementó las horas diurnas disponibles para actividades recreativas durante primavera y verano.
No obstante, eliminar esta práctica plantea un dilema complejo: elegir qué horario mantener podría resultar problemático tanto si se adelanta como si se atrasa la hora laboral según las estaciones. “Es un dilema difícil”, concluye Martín-Olalla, quien añade que estas complicaciones explican por qué persiste una práctica tan funcional.” Por su parte, Jorge Mira advierte sobre cómo las críticas desmedidas han abierto una “caja de Pandora” respecto a una práctica natural cuya eficacia es ampliamente reconocida.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
5% |
Aumento en accidentes de tráfico tras el cambio de hora de primavera. |
15% |
Fluctuación anual en los accidentes de tráfico. |
86 minutos |
Retraso del amanecer en Nueva York comparado con Bogotá. |
1810 |
Año en que las Cortes de Cádiz hicieron adaptaciones estacionales. |
Preguntas sobre la noticia
¿Cuál es el objetivo del estudio sobre el cambio estacional de hora?
El estudio tiene como objetivo evaluar la naturalidad del cambio estacional de hora y cuestionar los fundamentos de la crítica actual a esta práctica, analizando su impacto en la salud humana y su relación con la actividad social.
¿Qué comparación se realiza en el estudio entre Bogotá y Nueva York?
El estudio compara las horas de amanecer en Bogotá y Nueva York, señalando que aunque ambas ciudades están en el mismo meridiano, las diferencias de latitud afectan la disponibilidad de luz natural durante el invierno y la primavera.
¿Qué concluyen los autores sobre el impacto del cambio de hora en la salud humana?
Los autores concluyen que el impacto del cambio estacional de hora en la salud humana es muy débil, a pesar de algunos estudios que sugieren un aumento en accidentes de tráfico tras el cambio. Argumentan que otros factores tienen un mayor efecto.
¿Por qué se critica actualmente el cambio de hora?
La crítica actual se basa en una interpretación errónea del cambio estacional de hora, asociándolo principalmente al ahorro energético sin considerar su función natural como mecanismo de adaptación a las estaciones.
¿Cuáles son las dificultades para eliminar el cambio de hora?
Eliminar el cambio de hora implica elegir entre mantener un horario que puede ser desfavorable en invierno o verano, lo cual presenta un dilema complicado para las autoridades y asociaciones médicas.