Estudian el daño del fuego en suelos de los Andes peruanos tras un incendio devastador

Estudian el daño del fuego en suelos de los Andes peruanos tras un incendio devastador

Por Redacción
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contactohorapuntacom/8/8/18
lunes 17 de febrero de 2025, 19:29h

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Investigadores de la Universidad Miguel Hernández han estudiado el impacto de un incendio en 2018 que devastó casi dos mil hectáreas en el volcán Pichu Pichu, ubicado en los Andes peruanos. Este estudio revela que cuatro años después del incendio, los suelos volcánicos de Arequipa han sufrido una grave pérdida de carbono orgánico y degradación física y química, lo que dificulta la regeneración del ecosistema. La investigación destaca la vulnerabilidad de estos suelos a incendios, especialmente en una región con escasas precipitaciones y vegetación adaptada a condiciones extremas. Los hallazgos subrayan la necesidad de comprender las consecuencias del fuego en suelos jóvenes y frágiles para desarrollar estrategias de prevención y recuperación ante el cambio climático.

Un devastador incendio ocurrido en septiembre de 2018 consumió casi dos mil hectáreas de matorral en el volcán Pichu Pichu, una región de gran valor ecológico en los Andes peruanos. A diferencia de los ecosistemas mediterráneos, donde la vegetación ha desarrollado mecanismos para resistir el fuego, los suelos volcánicos de Arequipa, una de las áreas más áridas del planeta, carecen de esta adaptación.

Un equipo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha llevado a cabo un exhaustivo análisis de muestras de suelo tomadas en la zona afectada por el incendio, situada a 3.700 metros sobre el nivel del mar. Su objetivo es entender cómo estos frágiles ecosistemas responden a la perturbación provocada por el fuego.

Impacto en la fertilidad del suelo

Los resultados del estudio, publicados en la revista Spanish Journal of Soil Science, revelan que cuatro años después del incendio, la combustión tanto de la vegetación como del suelo, junto con la erosión resultante, ha provocado una significativa pérdida de carbono orgánico, un componente esencial para mantener la fertilidad del suelo. “Los Andes peruanos no están preparados para los incendios”, advierte Jorge Mataix Solera, catedrático de la UMH y experto en edafología con más de tres décadas dedicadas a la recuperación de suelos quemados.

Mataix subraya que aunque el fuego es un fenómeno ecológico natural, sus efectos pueden ser drásticamente diferentes según el tipo de ecosistema. Los análisis indican que el suelo del Pichu Pichu ha sufrido degradaciones físicas y químicas tras el incendio, lo que complicará aún más su regeneración. La erosión generada ha desencadenado procesos adicionales que han reducido el contenido de arcilla, debilitando así aún más la estructura del suelo.

Desafíos hídricos tras el fuego

Uno de los principales problemas identificados en estos suelos áridos es su tendencia a repeler el agua debido al tipo de materia orgánica presente y su alto contenido de arena; un fenómeno que persiste incluso después del incendio. Sin vegetación para retener la humedad y con esta repelencia al agua, el líquido tiende a deslizarse por la superficie en vez de infiltrarse, lo que acelera aún más la erosión del suelo. “Mientras que los suelos bien estructurados como los mediterráneos tienen una alta capacidad para retener agua, los suelos volcánicos andinos son jóvenes y arenosos; tras perder materia orgánica por el incendio, pierden también esa capacidad”, explica Minerva García Carmona, investigadora en la UMH.

García destaca además que es crucial entender las consecuencias del fuego en estos suelos jóvenes y vulnerables, señalando que las plantas juegan un papel determinante al constituir el material combustible durante un incendio.

Análisis comparativo entre especies nativas

El estudio se centró en dos especies nativas esenciales para el ecosistema: Berberis lutea, conocida como ‘palo amarillo del Perú’, y Parastrephia quadrangularis, denominada ‘Tola’. Los investigadores examinaron si el impacto del fuego variaba según la vegetación predominante y encontraron que las áreas dominadas por palo amarillo mostraron una degradación más severa. “Es una planta más grande y con mayor biomasa, lo cual probablemente intensificó los efectos destructivos sobre el suelo”, aclara García.

El equipo está familiarizado con las consecuencias que los incendios tienen en bosques mediterráneos, que han evolucionado históricamente junto al fuego desarrollando diversas estrategias para resistirlo. Ahora sus hallazgos sobre el volcán Pichu Pichu refuerzan la idea de que los suelos volcánicos en Arequipa son particularmente susceptibles a daños por incendios.

Condiciones climáticas extremas

Pichu Pichu se localiza en una zona volcánica central dentro de los Andes. Los investigadores realizaron sus muestreos a aproximadamente 3.700 metros sobre el nivel del mar, donde las precipitaciones anuales apenas alcanzan los 385 mm y se concentran en solo tres o cuatro meses al año. Esta región se clasifica como un ‘desierto frío’, con temperaturas oscilando entre 4 y 18 grados centígrados y una vegetación compuesta principalmente por matorrales adaptados a condiciones extremas de sequía.

A pesar de ser predominantemente matorral, las laderas montañosas albergan también bosques a ciertas altitudes y presentan una rica biodiversidad animal y vegetal. “Las faldas del volcán son hogar para bosques de queñuales (Polylepis) cuyas especies endémicas están amenazadas”, señala uno de los profesores involucrados en este estudio.

Colaboración clave para investigaciones

Lunsden Coaguila, investigador asociado a UNSA, menciona las dificultades inherentes a tomar muestras a tales altitudes. Este estudio fue realizado en colaboración con investigadores locales y contó con apoyo fundamental por parte de comunidades campesinas como Polobaya y Pocsi, quienes facilitaron acceso a las zonas muestreadas. Además, recibieron respaldo del Servicio Forestal y Fauna Silvestre de Arequipa.

En Perú, los incendios suelen ocurrir entre julio y octubre; recientemente se registró un máximo histórico con 7.037 focos detectados por el proyecto Queimadas. “Entender cómo reaccionan los suelos ante nuevos regímenes incendiarios es vital para evaluar la resiliencia ecológica frente al cambio climático”, concluye Mataix.

Estrategias futuras ante desafíos climáticos

Mataix enfatiza que cuanto mayor sea nuestro conocimiento sobre estos fenómenos naturales mejor podremos diseñar estrategias preventivas y tratamientos postincendio para mitigar efectos adversos derivados del aumento global en temperaturas y sequías intensificadas. “Este desafío es tan relevante para Perú como lo es para España”, concluye Mataix; aunque reconoce que si bien el fuego es parte natural del ciclo ecológico actual, la crisis climática está exacerbando estas situaciones extremas.

Este estudio recibió financiación mediante «UNSA RESEARCH» bajo referencia IBA-IB-65-2020-UNSA y cuenta con colaboración adicional por parte del proyecto “POSTFIRE_CARE” promovido por la Agencia Española de Investigación (AEI) junto a fondos europeos (FEDER) bajo referencia CGL2016-75178-C2-1-R.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
2,000 hectáreas Área arrasada por el incendio en Pichu Pichu.
3,700 metros Altitud donde se recogieron las muestras de suelo.
385 mm Precipitaciones anuales en la región.
7,037 focos Máximo histórico de incendios registrados en septiembre de 2024.

Preguntas sobre la noticia

¿Qué ocurrió en septiembre de 2018 en el volcán Pichu Pichu?

En septiembre de 2018, un incendio arrasó casi dos mil hectáreas de matorral en el volcán Pichu Pichu, una zona de alto valor ecológico en los Andes peruanos.

¿Cómo afecta el fuego a los suelos volcánicos de Arequipa?

El estudio indica que, cuatro años después del incendio, la combustión de la vegetación y el suelo ha causado una grave pérdida de carbono orgánico, lo que dificulta la fertilidad del suelo y la regeneración del ecosistema.

¿Qué problemas se detectaron en los suelos áridos tras el incendio?

Los suelos áridos tienden a repeler el agua debido al tipo de materia orgánica y su alto contenido de arena, lo que acelera la erosión del suelo y reduce la capacidad de retención hídrica.

¿Qué especies vegetales fueron analizadas en el estudio?

Se centraron en dos especies nativas: Berberis lutea (palo amarillo del Perú) y Parastrephia quadrangularis (Tola), para evaluar cómo el fuego afectó a los suelos según la vegetación predominante.

¿Cuál es la importancia del estudio realizado por investigadores de la UMH?

El estudio es crucial para comprender las consecuencias del fuego en los suelos jóvenes y frágiles, así como para diseñar estrategias de prevención y tratamiento postincendio ante el cambio climático.

¿Quiénes colaboraron en este estudio?

El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), con apoyo de comunidades locales y el Servicio Forestal y de Fauna Silvestre de Arequipa.

¿Por qué es relevante estudiar estos incendios en Perú?

Comprender el papel de los suelos bajo nuevos regímenes de incendios es esencial para evaluar la resiliencia de estos ecosistemas frente al cambio climático, especialmente en regiones desérticas como Arequipa.

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