The Metals Company (TMC), líder en minería submarina, ha solicitado un permiso de explotación en aguas profundas bajo la normativa estadounidense de los años ochenta, eludiendo el proceso de la ONU. Este anuncio se produce antes de una reunión con inversores y en medio de críticas por parte de Greenpeace, que denuncia que TMC actúa de manera desesperada y perjudica el multilateralismo. Activistas afirman que esta acción es un insulto a la cooperación internacional y subrayan la necesidad urgente de una moratoria sobre la minería submarina para proteger los océanos, considerados patrimonio común de la humanidad.