hato blanco

28/07/2025@12:28:18

El caño Guadiamar, considerado la última esperanza para la recuperación hídrica de Doñana, se transforma en una plantación de olivos superintensivos por la finca Hato Blanco. A pesar de las propuestas gubernamentales para su reconversión, la propiedad ignora estas iniciativas y opta por cultivar olivos que requieren grandes cantidades de agua, lo que agrava la situación del acuífero de Doñana. Esta transformación no solo amenaza el ecosistema local, sino que también perjudica a los pequeños agricultores andaluces al inundar el mercado con aceite a bajo costo. Sin una recuperación efectiva del caño, la marisma podría enfrentar un futuro desolador, afectada por sequías y falta de gestión adecuada.

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