Con motivo del quinto aniversario de la adopción del Acuerdo de París, que se conmemora mañana, activistas de Greenpeace han escalado a primera hora de hoy la réplica de la Torre Eiffel en Torrejón de Ardoz (Madrid), en la que han colocado una pancarta gigante donde se lee “Cumplimiento Acuerdo de París: tan falso como esta torre”. La organización ecologista se apoya así en el símbolo de París bajo el que se adoptó el histórico acuerdo del clima el 12 de diciembre de 2015 y en una copia mucho más pequeña que se ajusta más a las deficitarias medidas que están asumiendo los Estados.
Greenpeace denuncia que los compromisos climáticos de los Gobiernos no están a la altura de lo que se comprometieron hace cinco años cuando se adoptó el Acuerdo de París, el primer acuerdo universal para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC.
Mañana está prevista la celebración de un evento oficial online al que solo se ha invitado a aquellos países que vayan a presentar nuevos compromisos climáticos para conmemorar el quinto aniversario del Acuerdo de París. Pero no hay nada que celebrar: la emergencia climática continúa, las emisiones mundiales marcaron máximos antes de la pandemia, las concentraciones de CO2 han superado este año los registros históricos y la temperatura del planeta sigue ascendiendo.
Los cinco años del Acuerdo de París tienen lugar en mitad de una pandemia que está poniendo a prueba la sensación de seguridad y bienestar de la sociedad como nunca antes en la historia reciente. Greenpeace exige a los Gobiernos que aprovechen esta oportunidad para demostrar al mundo que son capaces de protegerlo de las peores amenazas: solo cumpliendo el acuerdo de París y reduciendo sus emisiones para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5º se podrán evitar los peores impactos del cambio climático.
“La felicidad que sentí en París hace cinco años se ve ahora ensombrecida por la realidad de la emergencia climática y la respuesta completamente inadecuada de los Gobiernos. En lugar de apoyar una recuperación verde y justa y asumir compromisos en consonancia con el objetivo de 1,5ºC del Acuerdo de París, estamos siendo testigos del apoyo continuo a la industria de los combustibles fósiles que es quien, en primera instancia, ha causado la emergencia climática”, ha declarado la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan: “Pero toda lucha debe estar guiada por la determinación y la esperanza. El crecimiento de los movimientos climáticos en todo el mundo en estos últimos cinco años es una prueba del entendimiento común ante lo que está en juego y que nos da el valor para actuar. Hoy es un día para que los líderes demuestren que han escuchado a la gente y a la naturaleza y que son capaces de guiarnos a través de esta crisis climática”.
Hace cinco años, el acuerdo climático de París trazó una ruta hacia un futuro más seguro, más sano y más justo. Pero la falta de progreso por parte de los Gobiernos y las empresas significa que el mundo todavía se dirige hacia más olas de calor, incendios, inundaciones y huracanes. Los múltiples desastres de 2020 pueden parecer excepcionales, pero corren el riesgo de convertirse en la nueva normalidad a menos que se cambie el rumbo.
Sin embargo, Greenpeace también señala que hay razones para la esperanza. Con la salida de Donald Trump de la Casa Blanca y una acción climática más fuerte por parte de China, Corea del Sur y Japón, se ve más cerca la posibilidad de volver a unir esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.
La Unión Europea y España
La organización ecologista también ha valorado de manera muy crítica el acuerdo que acaba de adoptar el Consejo Europeo por el que eleva el objetivo de reducción de las emisiones en la UE al 55% “neto” en 2030 respecto a 1990, por considerarlo insuficiente y alejado de la responsabilidad que debe asumir la UE, además de una cesión al lobby del gas fósil. La Unión Europea está entre las economías con más poder para contribuir a frenar el cambio climático, por lo que la clase política europea debe asumir mayor responsabilidad si quiere hacer gala del liderazgo climático.
El Gobierno de España, por su parte, también debe revisar sus objetivos climáticos, alinearlos con las recomendaciones científicas y acortar la brecha que separa los compromisos nacionales de los europeos. Mientras que la UE ha acordado un objetivo de reducción de emisiones netas del 55% para 2030, el Ejecutivo de Pedro Sánchez propone que España reduzca solo un 23%.
Greenpeace, junto con Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, inició el pasado mes de septiembre el primer litigio climático contra el Gobierno de España ante la falta de acción climática necesaria para no superar el 1,5 ºC. Las organizaciones, que en los próximos días formalizarán la presentación de la demanda completa contra el Ejecutivo, le exigen una reducción de las emisiones de al menos el 55% en 2030 respecto a 1990 y alcanzar el cero neto en 2040.
“Mientras se sigan desperdiciando miles de millones de euros en los combustibles fósiles y en otras industrias contaminantes seguimos alejando al país de la transición ecológica y justa que se necesita”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.