La caza furtiva se cobra una nueva subespecie

La caza furtiva se cobra una nueva subespecie

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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Hoy es un día triste para el mundo animal. Otra subespecie ha sido eliminada de la faz de la tierra por la especie dominante. Lamentamos informar de la muerte del último rinoceronte de Java a manos de cazadores furtivos que, por arrancarle el cuerno, le dispararon a las patas. Y todo ¿por qué? ¿Por abastecer ilegalmente de uno de los productos más demandados por la medicina tradicional china? Sí, exactamente por eso.

La caza furtiva se cobra una nueva subespecie

Las muestras genéticas recogidas en el Parque Nacional de Cat Tien (Vietnam) confirman que el rinoceronte de Java fallecido el año pasado era el último de su especie en el país asiático. Así lo confirma el estudio “La extinción del rinoceronte de Java en Vietnam”. Para WWF, esta tragedia es el penúltimo capítulo de la especie.

Hasta 1988 se pensaba que esta subespecie estaba extinta en Vietnam; pero tras la aparición de una pequeña población en las selvas de Cat Tien, se intentaron llevar a cabo enormes esfuerzos para su salvaguarda y conservación, pero una protección ineficiente que permitió la caza indiscriminada ha podido con estos esfuerzos y finalmente el último de su especie ha caído a manos de un cazador.

De las 3 subespecies originales del rinoceronte de Java, la “más abundante” con 50 individuos habita el Parque Nacional de Ujung Kulon (Indonesia), la subespecie que habitaba Bengala, Assam y Myanmar estaba ya extinta y ahora hemos de añadir la tercera subespecie (R. sondaicus annamiticus) que llegó a habitar en Laos, Camboya, Tailandia y Vietnam y que gracias a estos desalmados ha desaparecido.
WWF denuncia que la tragedia de hoy es extensible a muchas otras especies que habitan en “zonas protegidas” de Vietnam seriamente amenazadas por el tráfico ilegal porque son varias las especies que se encuentran en el mismísimo borde de la extinción en la zona (el cocodirlo siamés, el langur de nariz chata de Tonkin, el elefante asiático…).

Para su responsable del programa de especies del Gran Mekong, Nick Cox, la única forma de preservar estas especies es proteger sus hábitats y acabar de manera contundente con toda su caza furtiva y comercio ilegal y avisa que de caso contrario, seremos testigos de otras tragedias como la anunciada hoy. Señala además la necesidad de mayor vigilancia, formación y supervisión y de más estudios cuantitativos.

Esta ONG subraya el papel clave que ha tenido la pérdida de hábitat por la proliferación de infraestructuras y de edificaciones, la aplicación inadecuada de la ley y el descontrol a las puertas de los territorios protegidos en la condena del rinoceronte a su extinción. Si las poblaciones ya de por sí son frágiles, estas actuaciones tan sólo supondrán mayores presiones adicionales, señalan.

También se ha aprovechado este trágico anuncio para que la representante de la Fundación Internacional del Rinoceronte, Susie Ellis, denuncie la mayor presencia de complicaciones para su organización en su tarea de velar por el rinoceronte en Indonesia. Hay que asegurarse que lo ocurrido en Vietnam, no se repita en Indonesia, señalan para concluir.

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