Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado nanoválvulas de grafeno que prometen revolucionar el almacenamiento de metano, permitiendo acumular cantidades cercanas a 190 v/v (porcentaje volumen por volumen) bajo condiciones más suaves de presión y temperatura. Este avance, según los expertos, elimina el riesgo de fugas en los tanques de almacenamiento.
El gas natural, cuya principal componente es el metano, se transporta a nivel global mediante gaseoductos que operan a altas presiones o en forma líquida (metano licuado a -162 °C) utilizando buques metaneros para distancias largas. La creciente demanda de este recurso energético ha llevado a la necesidad urgente de desarrollar tecnologías de almacenamiento más seguras y eficientes.
Un futuro más limpio
El catedrático de la UA destaca que el metano se posiciona como la segunda fuente de energía más limpia después del hidrógeno, lo que ha impulsado un aumento constante en su demanda. Este contexto resalta la importancia del desarrollo tecnológico en el ámbito del almacenamiento energético.
La investigación se centra en las propiedades del material de carbón, que presenta un elevado potencial para adsorber metano en sus cavidades. Esta innovación no solo mejora la eficiencia del almacenamiento, sino que también representa un paso significativo hacia un futuro energético más sostenible.