Microbiota

18/08/2025@18:49:44

Un estudio del Centro de Neurociencias Cajal (CNC) del CSIC revela que la microbiota intestinal juega un papel crucial en los beneficios cognitivos del ejercicio físico moderado. Investigaciones realizadas en modelos animales muestran que sesiones de ejercicio de aproximadamente 40 minutos mejoran la diversidad bacteriana en el intestino, lo que a su vez potencia la memoria y la neurogénesis en el cerebro. Los resultados indican que un ejercicio excesivo puede ser contraproducente, sugiriendo un punto óptimo para maximizar los beneficios cognitivos. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para terapias basadas en la microbiota, con implicaciones para enfermedades neurodegenerativas y trastornos cognitivos.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que la pérdida de función de los linfocitos T CD4 altera la microbiota intestinal, acelerando el envejecimiento celular y aumentando el riesgo de enfermedades múltiples. Este estudio, publicado en Science Immunology, muestra cómo la disfunción de estas células inmunitarias debilita la barrera intestinal, provocando inflamación crónica y multimorbilidad. Al trasplantar linfocitos T CD4 jóvenes a ratones envejecidos, se restauró el equilibrio intestinal y se redujo la inflamación, sugiriendo nuevas terapias para un envejecimiento saludable.

El Centro Tecnológico AINIA ha lanzado el proyecto DISBIOSIS, una iniciativa innovadora para abordar la disbiosis intestinal y mejorar la salud intestinal mediante modelos in vitro. Financiado por IVACE-FEDER, este proyecto multidisciplinar busca desarrollar tecnologías avanzadas que restauren el equilibrio de la microbiota intestinal y evalúen compuestos bioactivos para terapias preventivas. Además, investigará la relación entre la disbiosis intestinal y la salud cognitiva a través de sistemas que simulan el eje intestino-cerebro. Con la colaboración de empresas del sector nutracéutico y farmacéutico, AINIA refuerza su capacidad para generar herramientas tecnológicas valiosas en el tratamiento de patologías relacionadas con la microbiota.

Un estudio abre la posibilidad al desarrollo de nuevas terapias para mejorar el neurodesarrollo infantil mediante el uso de compuestos o microorganismos probióticos.
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La microbiota forestal desempeña un papel crucial en la salud de los árboles, facilitando su acceso a nutrientes y protegiéndolos de patógenos. Un estudio destaca que un gramo de suelo en bosques templados puede contener entre 10^7 y 10^9 células bacterianas, así como miles de especies de microorganismos. Estos organismos no solo ayudan a las plantas a absorber nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, sino que también actúan como defensores ante amenazas externas. Sin una microbiota adecuada, los árboles enfrentarían mayores dificultades para acceder a recursos vitales y estarían más expuestos a enfermedades. La investigación subraya la importancia de gestionar estos ecosistemas para mantener su biodiversidad y resiliencia frente al cambio global.

Un equipo internacional liderado por el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del CSIC ha publicado en Nature Communications un estudio pionero sobre cómo la bacteria Staphylococcus aureus se adapta a los seres humanos. Este análisis genético, realizado con más de 7,000 muestras de portadores, revela mecanismos que permiten a esta bacteria, presente en el 30% de la población, sobrevivir y colonizar el cuerpo humano. Los hallazgos podrían mejorar la prevención y tratamiento de infecciones asociadas a S. aureus, incluyendo su resistencia a antibióticos críticos. Este avance es crucial para abordar la creciente amenaza de las bacterias resistentes a tratamientos, destacando la importancia de entender su adaptación en entornos naturales.

En una eventual llegada al “planeta rojo” es prioritario evaluar qué pasa con la microbiota, que son los microrganismos que conviven con el humano en su intestino, piel, nariz y boca, entre otros órganos, y que resultan claves.