Casi 4600 millones de personas sin acceso a atención médica básica

A pesar de los avances en la sanidad pública a nivel global, un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial revela que aún persisten serias dificultades para acceder a servicios básicos de salud. Este estudio, que monitorea anualmente el progreso hacia la cobertura sanitaria universal, indica que 4600 millones de personas carecen de acceso a estos servicios.

El informe destaca que, aunque se han registrado mejoras en la ampliación de la cobertura sanitaria y una disminución en las dificultades financieras relacionadas con los gastos médicos, miles de millones siguen quedando atrás. En particular, 2100 millones enfrentan problemas económicos para pagar atención médica, incluyendo 1600 millones que viven en condiciones de pobreza o son empujados a una pobreza más profunda debido a estos gastos.

Desigualdades profundas en el acceso a la salud

La OMS y el Banco Mundial subrayan que, aunque el Índice de Cobertura de Servicios ha aumentado considerablemente —de 54 a 71 puntos entre 2000 y 2023—, esto no refleja la realidad vivida por muchos. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, enfatizó que “la cobertura sanitaria universal es la máxima expresión del derecho a la salud”, pero lamentó que este derecho siga siendo inalcanzable para miles de millones.

Ghebreyesus también advirtió sobre el impacto negativo que puede tener la disminución de ayuda internacional en los sistemas sanitarios. “Ahora es el momento de que los países inviertan en sus sistemas de salud”, afirmó.

Carga económica del acceso a medicamentos

El informe pone especial énfasis en los gastos relacionados con medicamentos, revelando que en tres cuartas partes de los países analizados, las medicinas representan al menos el 55% del gasto sanitario personal. Entre aquellos que viven en situación de pobreza, esta carga es aún mayor, ya que destinan alrededor del 60% de su gasto sanitario a medicamentos, lo cual les obliga a sacrificar otras necesidades básicas.

Aunque las familias más pobres son las más afectadas, los hogares de ingresos medios también sienten esta presión, especialmente en naciones con economías emergentes. La OMS y el Banco Mundial advierten que esta tendencia representa un obstáculo significativo para alcanzar la cobertura sanitaria universal.

Avances desiguales y brechas crecientes

A pesar de algunos logros en países de bajos ingresos —que han mostrado mejoras notables tanto en cobertura como en reducción de dificultades financieras— estas naciones enfrentan las brechas más amplias. La expansión de programas contra enfermedades infecciosas ha sido fundamental para aumentar esta cobertura; sin embargo, los avances en áreas como salud sexual y reproductiva han sido más modestos.

Además, factores como mejoras en saneamiento y crecimiento económico inclusivo han contribuido a reducir ciertos niveles de pobreza. Sin embargo, las desigualdades persisten: tres de cada cuatro personas del quintil más pobre enfrentaron dificultades financieras por gastos médicos en 2022, mientras que menos del 4% del quintil más rico experimentó lo mismo.

Llamado urgente a la acción

Ante esta alarmante situación, la OMS y el Banco Mundial han instado a acelerar esfuerzos mediante seis áreas clave:

1. Garantizar atención sanitaria esencial gratuita para poblaciones vulnerables.
2. Aumentar la inversión pública en sistemas sanitarios.
3. Reducir el alto gasto personal en medicamentos.
4. Acelerar el acceso a servicios esenciales para enfermedades crónicas.
5. Fortalecer la atención primaria para promover equidad y eficiencia.
6. Adoptar enfoques multisectoriales reconociendo determinantes sociales de la salud.

Sin un compromiso político firme, advierte el informe, el derecho universal a la salud seguirá siendo una promesa incumplida para una parte significativa de la población mundial.

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