Casi 90 millones de espectadores congregó el pasado año el Mundial de F1, muy por encima de los 79.026.000 de esta temporada.
Con una audiencia media de 4.159.000 personas, Antena 3 ha perdido casi medio millón de fieles por culpa de un Mundial con nombre y apellidos, Sebastian Vettel.
A pesar de su buen arranque, mejorando incluso los datos de 2012, el GP de Hungría hizo saltar las alarmas. A medida que el alemán humillaba a sus rivales en la pista, los telespectadores huían para no ver otra derrota más de Alonso.
Desde este momento, la audiencia cayó por debajo de los cuatro millones, y ni siquiera la lucha final entre Vettel y Alonso consiguió remontar esa audiencia acumulada desde Bélgica, muy inferior a la registrada en la temporada anterior: 31.996.000 frente a 43.691.000.