Según relata 'La Stampa', pocos días después de la cita del 5 de septiembre, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, entregó ambos regalos a los servicios de seguridad, que a su vez consultaron a los servicios de Inteligencia alemanes los cuales tras un primer análisis técnico, estos detectaron que el USB y el cable contenían dos 'troyanos' capaces de captar los datos de los ordenadores y de los móviles a los que se conectaran.
Después del hallazgo, según 'Il Corriere', el Consejo Europeo habría enviado un mensaje a las 26 delegaciones que participaron en la cumbre en el que informaba de que "la memoria USB y el cable de alimentación son idóneos para la captación clandestina de los datos de los ordenadores y los teléfonos móviles".
Por ello, piden que se adopte "cualquier posible precaución en el caso de que estos objetos hayan sido utilizados y, en caso contrario, de entregarlos a las estructuras de seguridad para proceder a controles adicionales".
Según el diario, la investigación todavía está en marcha y no está claro si todos los participantes en la cumbre recibieron los mismos aparatos "modificados".