Al acto de entrega de la roca que se ha celebrado hoy en ese complejo espacial ha asistido el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, quien ha descubierto junto al responsable de comunicación espacial de la agencia estadounidense, Bradi Younes, la urna donde permanece ya la piedra.
Las antenas de la NASA de Robledo de Chavela resultaron imprescindibles para todas las misiones estadounidenses a la luna, en algunos momentos fueron las únicas que mantenían comunicación con las naves y los astronautas, y fueron clave también para la retransmisión televisiva de los eventos.
‘Nuestra’ fracción pertenecía a una roca más grande la cual ha sido fragmentada para distribuirla entre Estados Unidos, Canadá y Suiza. Esta roca original pesaba en la 9,6 kilos, por lo que es el fragmento lunar más grande que se ha transportado hasta la Tierra hasta ahora y la edad calculada de la misma es superior a los 3.000 millones de años.