De esta manera, con 47 votos a favor de los diputados del Partido liderado por Alberto Fabra, 37 en contra (los de la Oposición) y con la ausencia de todos los miembros del Consell, sacan adelante una iniciativa por la que hasta ahora nadie se habia preocupado en vez de dedicarse a buscar soluciones a la crisis.
La proposición no de ley "en defensa de las señas de identidad valencianas" propone que el Parlamento valenciano no dé tramite a cualquier texto que no se respete la denominación oficial de esta autonomía, algo tremendamente importante y expresa el "malestar" por una declaración institucional del Ayuntamiento de Barcelona en la que se hacía una referencia "ofensiva" al pueblo valenciano, que supone "un desprecio y una falta de respeto".
Todo este asunto tiene su origen en una declaración del Ayuntamiento de Barcelona del pasado junio (casi un año después sacan la medida) ante la "ofensiva" del Supremo contra la inmersión lingüística, que hacía referencia a "los diferentes territorios de los países de habla catalana". El PP que ha sostenido que no pretende reabrir el debate identitario, ya superado, dice que no se puede "aguantar" la "afrenta" a los derechos del pueblo valenciano, mientras que la oposición ha acusado al PP de recurrir a esta cuestión para "distraer la atención" de los problemas "reales" de los valencianos, como la tasa del 27 % de paro, o lo que es lo mismo, 720.000 parados dentro de su Comunitat.
Lo más interesante de este debate tan irrelevante para la ciudadanía, que no para las polémicas en twitter, pues ha sido una de ellas esta noche, ha sido la intervención del diputado popular Rafael Maluenda, quien ha indicado que es necesario protestar contra la "falta de respeto" del Ayuntamiento de Barcelona hacia el Estatuto de Autonomía y las señas de identidad valencianas, y ha pedido que se acaben "ofensas" como hablar de la unidad de la lengua o de un "fantasmagórico país que el pueblo valenciano no quiere". Además, ha comparado la pretensión de crear «los Països Catalans con la Alemania de Hitler», argumentando que ''como en Austria hablaban alemán, era todo uno. Ahora otros quieren anexionarnos''.
El socialista Rafael Rubio ha cuestionado que el PP plantee esta iniciativa cuando hay 720.000 valencianos parados, la Generalitat "no paga a casi nadie", se han "cargado" la ley de Dependencia, han aumentado las listas de espera, no acaban hospitales o existe una "deuda asfixiante" de 30.000 millones de euros.
El diputado de Compromís Josep Maria Pañella ha criticado la "falta de sensibilidad del PP con el sufrimiento" de los valencianos al plantear esta propuesta que evidencia la "falta de ideas" o que directamente "han perdido el norte", y ha defendido que gracias a la gestión de los populares la corrupción es "la primera simbología" de la Comunitat.
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