Esta organización considera muy positivo el anuncio de las autoridades locales de establecer una versión "diluida" de la "zona de amortiguación" pero estiman necesario impedir el acceso a los operadores turísticos que utilizan a los jarawas “como si fuesen animales de zoo"; para lo cual piden que se cierre la carretera que atraviesa el paraje y dos atracciones turísticas de la zona.
Además, la medida llega un año después de que se hiciera público el escandaloso comportamiento de obligar a las mujeres jarawas a bailar a cambio de comida-señalan desde la organización.
La nueva orden es "positiva" pero que "quedará vacía de significado si el Tribunal Supremo permite que las autoridades de las islas Andamán se salten a la torera el veredicto", asegura el director de la organización, Stephen Corry.
Por todo esto, es de vital necesidad que se cumpla la sentencia y acaben con los safaris humanos. Deben de ser los jarawas los que decidan si quieren, cuándo y por dónde quieren que los foráneos atraviesen sus tierras-precisa.
Desde este periódico, condenamos y repudiamos cualquier forma de beneficio obtenido mediante la ”venta” de la integridad de cualquier ser humano.