La joven había sido ingresada en la Fundación Jiménez Díaz el mismo día de la trágica fiesta de Halloween. Su estado había sido crítico durante todo el mes, ya que presentaba “lesiones cerebrales severas” y heridas en el pecho debido al aplastamiento.
La familia de María Teresa había pedido mantener la privacidad sobre su estado, motivo por el cual el hospital no ha emitido partes médicos sobre su evolución en este tiempo.
Con el fallecimiento de la joven, el número de víctimas mortales por el trágico suceso se eleva a cinco. Tres de las jóvenes murieron horas después del aplastamiento y otra cuarta a los dos días.
Durante el día de hoy se ha decretado jornada de luto y se han suspendido todos los actos previstos en el Ayuntamiento, entre ellos el encendido de las luces navideñas “como muestra de respeto y de solidaridad”, según ha declarado Ana Botella.
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