Según el estudio publicado en 'Nature Geoscience' las ciudades interiores y con poco riesgo de terremoto no estarían a salvo de los efectos destructores de un maremoto.
Katrina Kremer, autora principal del estudio, ha precisado que la investigación se llevó a cabo en las profundidades del lago, permitiéndoles descubrir un depósito "gigante" de sedimentos de 10 km de largo, 5 de ancho y 5 m de espesor bajo el lecho del lago, lo que equivaldría a un volumen de 250 millones de m3, o sea el contenido de 100.000 piscinas olímpicas. Los investigadores analizando muestras biológicas, dataron la deposición del estrato entre los años 381 y 612.
El depósito es más espeso en el sureste, por lo cual han concluido que su origen sería la región donde desemboca el Ródano en el lago; El trabajo señala como causa del tsunami registrado en el siglo VI un desprendimiento de tierra de un monte cercano, que cayó sobre sedimentos arenosos, desestabilizando los terrenos de la zona de entrada del Ródano en el lago.
"Esta zona se desmoronó provocando la gran ola", ha señalado Kremer. Los expertos han explicado que el tsunami pasó por encima de las murallas de la ciudad afectando al puente y los molinos y han alertado que "un acontecimiento como este podría volver a producirse".