Santiago se viste de luto

Santiago se viste de luto

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El accidente ferroviario de esta noche en Santiago de Compostela, donde han perdido la vida al menos 78 personas y más de 130 han resultado heridas, es uno de los más graves de la historia de España y el primero de un tren de alta velocidad.

El exceso de velocidad del tren Alvia Madrid-Ferrol siniestrado en las inmediaciones de Santiago de Compostela, prácticamente en el día grande de la ciudad, es una de las hipótesis que cobra más fuerza sobre las causas del accidente, en el que han muerto al menos 78 personas, según fuentes de la investigación y dirigentes políticos.

Más del doble de la velocidad permitida

Fuentes dela investigación han declarado que en el momento del accidente el tren iba a 220 km/h, pese a que la velocidad máxima en ese punto es de 80 km/h debido a que en ese punto se reduce la velocidad para entrar en la estación de Santiago, informa Natalia Puga.

No obstante, fuentes de Renfe han desmentido este dato para afirmar que el tren circulaba sólo a 180 km/h, lo que también estaría muy por encima de la velocidad aconsejable en la zona. Un portavoz ha dicho a Efe que "es muy aventurado" atribuir el accidente al exceso de velocidad.

La Policía y técnicos de infraestructuras ferroviarias trabajan en el lugar para intentar obtener las primeras pruebas de si esta ha sido la causa del accidente o el mismo se ha producido por otros motivos.

Fuentes de Renfe han confirmado que el tren llevaba cinco minutos de retraso, si bien han precisado que una horquilla de cinco minutos, de retraso o de adelanto, es bastante habitual en los servicios por lo que no han querido vincularlo a la causa del accidente.

El accidente, además de ser uno de los más graves de las últimas décadas, tiene una singularidad: es el primero que se produce sobre las vías de alta velocidad. El tren que ha descarrilado es el Alvia 151, un tipo de tren que utiliza las mismas vías que el AVE.

El punto en el que se ha producido el siniestro fue calificado como "una curva difícil" por los técnicos de Fomento en la inauguración de este tramo que une Ourense con Santiago de Compostela. Dicha curva está limitada a 80 kilómetros por hora, por tanto, el tren debía ir a una velocidad entre los 75 y los 80 kilómetros por hora, según los protocolos del AVE, informa Pedro Blasco.

Un especialista que conoce estos trenes explicó que el tren sale de Orense a una velocidad de 110 kilómetros por hora para alcanzar hasta los 220 kilómetros hasta el kilómetro 84 después de salir de Orense donde debe reducir a 80 kilómetros y posteriormente a 75 hasta lograr frenar completamente en Santiago.

Varios especialistas ferroviarios han explicado que la vía acababa de ser renovada recientemente y que tanto el tren como las vías están preparados para alcanzar la velocidad punta de 220 kilómetros hora.

El maquinista no puede entrar a la velocidad que quiere sino que tiene unos topes que no puede superar según los tramos.

El tren es conocido como "híbrido", es decir, puede tener tracción eléctrica y diésel y está adaptado para circular por la vía de Renfe, más ancha que la del resto de Europa, y la Internacional. El accidente se ha producido en una zona de ancho Renfe, pero con tecnología AVE.

Se busca el 'teloc'

Técnicos de Renfe buscaban a primeras horas de la noche el 'teloc', la caja negra del tren, donde habrían quedado registradas las velocidades del tren.

Este sistema está situado en la máquina. Igualmente, en estas cintas queda grabada cualquier incidencia que se haya podido producir, así como el posible exceso de velocidad.

“Descarrilé, que le voy a hacer”

"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Esa es la frase que no paraba de repetir uno de los dos conductores del tren, con más de diez años de experiencia, que ha descarrilado este miércoles en Santiago de Compostela mientras deambulaba aturdido pocos minutos después de que se produjera la tragedia entre los restos de la máquina y los cuerpos de los heridos y fallecidos.

Ambos maquinistas han salido ilesos y estuvieron colaborando en las tareas de rescate y ayuda a los heridos de un accidente en el que al menos 78 personas han perdido la vida y más de cien han resultado heridas, algunas de ellas, unas veinte según ultimas informaciones, de extrema gravedad. Las palabras de desesperación de uno de ellos que recoge 'La Voz de Galicia' dan muestra del impacto que ha provocado la tragedia.

Momentos de confusión muy impactantes tras el accidente

Abel Rivas e Iván Ramos han sido de las primeras personas en prestar auxilio a las víctimas del accidente de tren en Santiago, con decenas de fallecidos y heridos graves. Ambos jóvenes, de entre 25 y 30 años, dijeron sentirse "muy impactados" con lo que había visto.

"Escuchamos un ruido tremendo, enorme, como nunca. Bajamos y ya vimos el convoy separado en dos trozos", explicaron en declaraciones a Efe, donde señalan que se encontraban muy cerca. "Vimos una polvareda enorme y uno de los vagones estaba ya incendiado", dijeron, e indicaron que veían a "gente demacrada sacando niños".

Una vez en el lugar del accidente los dos jóvenes voluntarios comenzaron a sacar a los heridos y a trasladarlos hasta el puesto avanzado que el servicios de urgencias 061 había instalado en las proximidades. Según su versión, las personas que viajaban en el vagón que quedó sobre el terraplén han sido las peor paradas.

Ninguno de los dos jóvenes es capaz de indicar a qué velocidad podía circular el tren en el momento del accidente, pero no descartan que pudiese ir "un poco rápido". Esta opinión contrasta con la de otros vecinos de la zona, quienes indicaron que el tren se desplazaba a la velocidad habitual para hacer su entrada en la estación de Santiago.

Un viajero del primer vagón del tren, el guardia civil Óscar Mateos, ha explicado que tras el accidente "era muy difícil sacar a la gente" porque "había cientos por el medio" y otros efectos.

Mateos explicó, en declaraciones a los medios a las puertas del servicio de Urgencias del Hospital Clínico, que él viajaba en el primer vagón tras la máquina con un amigo y ambos se encuentran bien tras ser atendidos por "rasguños".

"He tenido suerte", subrayaba este guardia civil de Cáceres, que ha indicado que en su vagón se registraron "dos fallecidos" y "había gente con piernas y brazos rotos".

Este viajero, que se subió en el tren en Puebla de Sanabria, reflejó que el vagón "iba a tope" y que en el momento del accidente "volcó de lado".

Según dijo, él se quedó hasta que consiguió sacar a todos los viajeros del lugar. Además, destacó que los servicios de Emergencia llegaron al punto del siniestro "en cinco o diez minutos".

"El tren volcó poco a poco y la gente empezó a gritar", dijo el periodista y escritor Aníbal Malvar, que viajaba en el tren siniestrado este miércoles en Santiago de Compostela.

Malvar, que iba en el vagón número ocho, explicó que el tren "volcó" de lado y "luego se arrastró por el hormigón" hasta quedar contra un muro. "Cayeron asientos y maletas", destacaba impactado.

Otro vecino de la zona, de nombre José Luis, atendió a dos vecinos de Valladolid que viajaban en el tren y explicó que los propios pasajeros del tren fueron los primeros en prestar auxilio.

Testigos presenciales explicaron que uno de los vagones del tren voló por los aires y se elevó más de seis metros hasta impactar con el palco de música existente en el lugar, el cual destrozó.

Despliegue inmediato de gran cantidad de efectivos

El despliegue de efectivos en el lugar del accidente fue enorme, con numerosas ambulancias, vehículos de bomberos y de policía. También se congregaron  numerosos curiosos en el lugar del accidente y los accesos a la zona quedaron colapsados. La policía acordonó la zona y se vió obligada en varias ocasiones a obligar a los curiosos a alejarse del lugar del accidente.

El alcance dramático de la tragedia se está trasladando a las redes sociales, donde hay algún testimonio desgarrador como el de Tomás López Lamas que ha escrito en una red social: "Mi hijo ha muerto".

Hasta el servicio de urgencias se han acercado numerosos familiares, como una mujer que ha explicado que su marido, que viajaba desde Madrid en el tren, iba en el vagón seis y ha sido ingresado en el Hospital Clínico. Mientras, otras personas desconocían la situación de sus familiares y estaban a la espera de tener noticias.

Respuesta ejemplar en toda Galicia

La respuesta solidaria de la población ha sido tal que en algunos centros se ven obligados a retrasar las donaciones para próximos días. A la vez, se habilitan otros, en Vigo, A Coruña, Ourense, Ferrol, Lugo... También se forman atascos en las calles. Por responsabilidad, los desplazamientos son en taxi, para no entorpecer con los vehículos la entrada a los complejos médicos y dejar así un paso fluido a las ambulancias.

Todos los afectados por el accidente de tren Alvia en Santiago de Compostela, disponen de un teléfono de ayuda y de consulta para averiguar qué ha podido pasar con sus familiares.

El teléfono es el 981 551 100. En este teléfono se pueden consultar las listas de fallecidos, heridos e ilesos, además de averiguar los trámites a seguir y los lugares donde están siendo atendidos aquellos que han sido evacuados del lugar de la tragedia, en Angrois, una parroquia de la capital gallega que se encuentra a unos cuatro kilómetros de la estación.

Día grande de luto

El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha cancelado todos los actos por las fiestas del Apóstol, cuyo día grande es este jueves, tras el descarrilamiento de un tren a la entrada de la ciudad.

La ciudad compostelana estaba en fiestas desde el pasado lunes y ayer noche estaban programados los tradicionales Fuegos del Apóstol que celebran la festividad de Santiago.

El descarrilamiento se ha producido en torno a las 20:40 horas de este miércoles en el lugar de Angrois, cerca del casco urbano de la ciudad de Santiago, sin que por el momento se conozcan las causas, siendo la causa más comentada un exceso de velocidad, aún sin confirmar.

Mariano Rajoy visitará Santiago

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que próximamente se presentará en Santiago, ha trasladado su pésame a los familiares de las víctimas mortales en el accidente de tren en las inmediaciones de Santiago de Compostela y ha asegurado que el Ejecutivo central y la Xunta han movilizado todos sus recursos ante esta grave emergencia.

Sin embargo, el último párrafo de la nota de prensa de Moncloa, en la que dice sentirse "consternado por la noticia del descarrilamiento", alude a las víctimas del terremoto de Gansu, en China. "Quiero transmitirle mi más sentido pésame por la pérdida de vidas humanas y cuantiosos daños materiales que ha traído el terremoto que ha tenido lugar esta madrugada en Gansu".

Un nuevo error del gobierno, que no hace gracia a nadie. Es una chapuza de corta y pega.

7 días de luto oficial

Flanqueado por sendas banderas española y gallega cubiertas de crespones negros, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo se ha dirigido en directo a la opinión pública para informar sobre los detalles del accidente ferroviario que se produjo anoche en Santiago de Compostela y que se ha saldado con un mínimo de 78 pasajeros fallecidos.

En una comparecencia emotiva, el presidente ha lamentado el suceso y ha mandado un mensaje de pésame y apoyo a los familiares y amigos de las víctimas. Feijóo ha informado que su gabinete ha organizado un Comité de crisis para seguir los detalles de las investigaciones que están en marcha. "Comunicaremos puntualmente todas las novedades de la investigación", ha asegurado.

Pero el mensaje del presidente gallego ha sido principalmente de agradecimiento. "Al sentimiento de dolor se une el orgullo por la respuesta de toda Galicia", ha remarcado. "Estos hechos ponen a prueba la valía de la gente y examinan la condición humana", ha dicho Feijóo, al referirse a los voluntarios y donantes de sangre que colapsaron esta madrugada los centros sanitarios. "Esta jornada ya no será de festejos sino uno de nuestros días más tristes", aseguró.

El presidente quiso extender su agradecimiento al esfuerzo de todas las fuerzas de seguridad y emergencias. "Estoy muy orgullosos como presidente y como ciudadano. Les debemos vidas".

La Xunta de Galicia ha decretado siete días de luto por las víctimas del accidente.

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