Los altos niveles de polonio radiactivo encontrados en la ropa del dirigente fueron las razones que dieron paso a la exhumación del cadáver y que, por tanto, sugieren que fuera envenenado.
Ante este procedimiento la familia ha mostrado las dos caras de la moneda: su viuda respaldó el desentierro del cadáver, pero otra parte de la familia aseguró que el líder palestino fue envenenado por Israel.
Tras ocho años se desconoce la verdadera causa de la muerte de Arafat, aunque en su momento ya se barajaron problemas de riñón o cáncer. Tras la exhumación y las pruebas pertinentes el cadáver del líder palestino será enterrado en un funeral militar en la Mukata, sede de la Presidencia.