"Vamos a recurrir esta regulación con todas nuestras fuerzas y en todas las instancias que podamos", afirmó López-Tafall, antes de calificar la nueva regulación de "injustificada en sus planteamientos y desproporcionada en sus efectos".
"Su aplicación nos va a abocar a una larga travesía de parálisis de inversiones, multitud de pleitos a nivel nacional e internacional, y a la continuidad de la incertidumbre", afirmó. La eólica, continuó, sufre las medidas más "destructivas" a través del marco legal "más restrictivo" del entorno.
El presidente de la AEE aludió además a los efectos negativos para la eólica asociados a los "flecos de la reforma", especialmente la nueva regulación sobre el servicio de interrumpibilidad, cuyo coste debe ser financiado por los operadores en proporción a su firmeza.
Esta medida puede convertir a la eólica en "el principal contribuidor a pagar este servicio", que tiene un coste de unos 500 millones al año y que consiste en un incentivo a la gran industria por suspender su actividad en momentos de abundante demanda y escasez de oferta. La interrumpibilidad se paga a pesar de que "no se utiliza", señaló.