Las cuatro últimas novelas de la vallisoletana: “Las lágrimas de Hemingway”, “Los crímenes del número primo”, “El expediente Canaima” y “El último paciente del doctor Wilson” han tenido como protagonistas a Lola y Juan. Ahora, con su regreso, esta obra promete dejarnos buen sabor de boca. Sus páginas son el resultado de un meticuloso trabajo, una estructura brillante y un misterio en el que la verdad es la única respuesta válida.
“La venganza del asesino par” comienza con Jaime Garache, directivo del CSIC, está a punto de embacar hacia Boston. Pero antes de hacerlo llama a su mujer, Lola MacHor, de la que está actualmente separado. La llamada es para anunciarle de su inminente salida por asuntos de trabajo, pero el hecho de que ese día Lola realice la toma de posesión como Magistrada del Tribunal Supremo y que su marido se marche, le provoca gran tristeza. Por si esto fuera poco, antes de empezar el acto recibe una carta de Joe Lombardo, inspector de la Interpol, junto con otra de Rodrigo dirigida a ella. Este hombre es en realidad Wilson, un antiguo psiquiatra que sufre un desdoblamiento de la personalidad y que ha cometido nueve crímenes para averiguar si matando uno se vuelve loco, o si tienes que estar loco para matar.
Nuestra protagonista se ve inmersa entonces en los planes de Wilson/Rodrigo, asesino que no le dejará en paz tan fácilmente, puesto que la historia se remonta ya al pasado.
A su vez, Iturri, inspector de la Interpol, amigo y compañero en muchas investigaciones de Lola, también ha recibido noticias de Joe. La preocupación del inspector se ve acentuada porque está enamorado de ella y después de que las cartas y los crímenes continúen sucediendo propone acabar con el asunto.
Los difíciles momentos en la vida de Lola, su matrimonio y el hecho de un asesino ronde suelto, provocan su marcha a Boston en busca de su marido y de respuestas. Una búsqueda en la que Iturri insiste en acompañarla. Una vez allí se encontrarán con los problemas de Jaime y con una atmósfera creada por un asesino tan perturbado como inteligente. Los protagonistas caerán en un juego macabro siendo marionetas de una espiral de violencia en la que la víctima anunciada es la propia Lola.
La novela está dividida en cuatro partes respondiendo cada una de ellas al progresivo desarrollo de la historia mediante los ojos de Lola en la primera, de Jaime en la segunda, de Juan en la tercera y de Joe en la cuarta y última. Esta obra es más que un libro de misterio, en realidad es capaz de mezclar varios géneros y convertirlo a la vez en un relato lejos de lo artificial, basándose en la intriga pero resultando creíbles cada una de las palabras de la narración. La descripción de los capítulos es detallada pero a su vez ágil, sin crear una lectura densa. Por último, los personajes parecen sacados de la realidad, debido al estudio concienzudo de cada uno de los aspectos que nos presenta Reyes Calderón en su Venganza del asesino par.
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