El año pasado pudimos ver cómo Obama aprovechaba esta celebración para mostrar su total apoyo al matrimonio igualitario: “Los cambios suceden porque la gente presiona para que ocurran... no siempre el progreso llega tan rápido como queremos, pero llega. Estamos alcanzando un punto de inflexión, nos hemos convertido en un país y un pueblo más tolerante y más amable con la comunidad homosexual” y a los estadounidenses les toca "el duro trabajo de educar, de mostrar empatía por otros" y que "los corazones y las mentes cambien con el tiempo, así como las leyes.”
La Casa Blanca quiere que se cambie la Ley que está ahora vigente sobre la Defensa del Matrimonio, en el cual solo se reconoce como unión la de hombre con mujer exceptuando a las parejas homosexuales: "Voy a seguir apoyando la igualdad del matrimonio homosexual y los intentos de los estados para legalizarlo... no nos vamos a rendir". En este mes se decidirá si se pone fin a esa ley.
Obama también propone una reforma en referencia a la discriminación que sufre el colectivo LGTB en el entorno laboral, ya que en 34 de los estados una persona puede ser despedida al "ser quien es o por amar a quien ama”. También ha conseguido que se reforme parte de la sanidad, en la cual se dará cobertura médica a todas las personas, independientemente de su orientación sexual, garantizando tratamientos médicos especiales para transexuales.
Desde que entró en la Casa Blanca en el 2009 se han aprobado leyes que protegen a los homosexuales, víctimas de la violencia, además de cambiar la política interna de las Fuerzas Armadas, en las que se prohibía a los soldados que eran abiertamente homosexuales servir en el ejército.
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