En la actualidad, de manera oficial, no existen sacerdotes formados específicamente para practicar exorcismos en toda la Comunidad de Madrid, facultad para la que deben haber sido autorizados por el obispo de su diócesis, que en este caso, sería Antonio María Rouco Varela.
Con esta formación que, insisten en que se está planteando desde el Arzobispado de la capital, la diócesis contaría con sacerdotes preparados para poder atender los casos en que se precise ayuda de la Iglesia en este ámbito.
Según el compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, tiene lugar un exorcismo cuando la Iglesia pide desde su autoridad, en nombre de Jesús, que una persona o un objeto sea protegido contra el influjo del Maligno y sustraído de su dominio. Además, precisa que el exorcismo solemne, llamado gran exorcismo, puede ser únicamente efectuado por un presbítero autorizado por un obispo.