Un capricho de su hija le cuesta el cargo

Un capricho de su hija le cuesta el cargo

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

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El presidente mexicano destituye a Humberto Benítez Treviño, titular de Profeco, el organismo encargado de proteger a los consumidores. La razón se puede resumir en 4 palabras: su hija o Lady Profeco.

Lady Profeco es el mote con el que los usuarios de rlas edes sociales en México se referían a la hija de Benítez Treviño, Andrea, que acudió el pasado 26 de abril a un restaurante de moda de la Ciudad de México y que tras no obtener la mesa que quería, amenazó a la dueña y minutos después, un equipo de la Profeco, el organismo dirigido por su padre, acudió al lugar y lo clausuró.

Naturalmente el local no estaba vacío y varios comensales hablaron del incidente en redes sociales, logrando que el diario Reforma recogiese el incidente, montando un escándalo tal que el restaurante tuvo que ser reabierto. El funcionario en cuestión se disculpó públicamente pero, eso sí, descartó la dimisión.

Este miércoles la historia ha dado un vuelco, que ya nos gustaría a muchos españoles que pasara en España. El secretario de Gobernación (Interior), Miguel Osorio Chong, anunció la destitución. “El presidente, al considerar que este caso [Benítez Treviño] ha dañado la imagen y prestigio de la Profeco, ha ordenado su remoción”, afirmó.

Benítez Treviño era uno de los funcionarios más cercanos al Presidente Enrique Peña Nieto. Era al único de su equipo al que llamaba “maestro”, según recuerda Francisco Cruz, autor de Negocios de Familia, una biografía sobre el presidente mexicano. Treviño era mlitante del PRI desde 1963 –tres años antes del nacimiento del mandatario–, fue procurador de Justicia (Fiscal General) de la República en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y otra de sus hijas, Rosalinda, es la actual secretaria de Turismo del Gobierno del Estado de México.

Esta cercanía explica la familiaridad con la que Andrea Benítez echó mano de los funcionarios bajo las órdenes de su padre. “¿Cómo es posible que ellos atendieran a la orden de Andrea Benítez? ¡Porque los conocían! Los inspectores que acudieron ahí, ya identificados, son del Estado de México, del mismo Estado que Benítez y Peña Nieto”, comenta Cruz. “Lo que pasó no es un incidente. Es una práctica común. Pero este caso fue una noticia que se publicó en todos lados y el tamaño del escándalo. Porque el mensaje estaba claro: volvían las viejas prácticas del PRI” y ese mensaje se debe impedir que se difunda a toda costa, ruede la cabeza de quien ruede. Y así una niña de papa le costó el cargo a su padre.

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