La campaña quiere plantar árboles en zonas que han sufrido grandes catástrofes u otras zonas en las que haya que hacerlo para impulsar su explotación "racional" y así, entre otros beneficios, generar puestos de trabajo en zonas rurales o evitar incendios y catástrofes naturales. Además, para ello, van a contar con la opinión y criterio de la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid que determinará qué especies arbóreas son "más apropiadas" para cada territorio.
Se trata de una apuesta por la sostenibilidad, señala Huidobro. De hecho, la Fundación Española de la Madera subraya que el árbol absorbe el dióxido de carbono de la atmósfera convirtiéndolo en oxígeno, y la madera es un almacén natural del carbono y libera oxígeno "muy beneficioso" para el entorno.
La iniciativa, según ha recordado Huidobro, se empezó a gestar hace unos dos o tres años y fue presentada en el Senado tras haber sido "madurada" por el sector. Allí, la acogieron como "una idea brillante" y se decidió que tuviese cabida en los Presupuestos Generales, al aprobarse la declaración de 'El Árbol es Vida' como Acontecimiento excepcional de interés público y, en consecuencia, la posibilidad de desgravar para quien apoye la campaña.
En principio, el proyecto se dirige a las empresas y, según ha adelantado el Presidente de la Fundación, ya están "interesadas" Repsol, Pikolin, El Corte Inglés o Navantia, las cuales podrán colaborar mediante donaciones de dinero o de terrenos, en los que plantar los árboles.
No obstante, no descartan la posibilidad de abrir la campaña a "todo tipo de personas que quieran aportar", aunque se aplicarían "unos mínimos".
Huidobro no entiende cómo la madera ha sido desplazada por otros materiales que no cumplen "ni ecológicamente, ni sosteniblemente” y en muchos casos ni siquiera técnicamente con lo que hace esta.
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