Y Bruce tiró abajo el Bernabéu

Y Bruce tiró abajo el Bernabéu

jueves 16 de octubre de 2014, 19:14h

Escucha la noticia

Con 62 años en los papeles y 20 en el alma, Bruce Springsteen sorprendió a propios y extraños en un concierto que duró 4 horas seguidas en el estadio madridista. Dejó detalles de leyenda como el sentimental recuerdo a Nacho (#VaPorTiNacho) y su apoyo a los parados españoles entre otros, a los que animó a seguir luchando.

Y Bruce tiró abajo el Bernabéu

Cuatro horas de cola son pocas horas si al final está Bruce Springsteen. Ese era el sentimiento en los aledaños del Bernabéu mientras iban llegando los 60.000 incondicionales “bossistas” que iban a llenar el estadio para el último concierto de Bruce Springsteen en su gira española, en la que nos presentaba su último disco “Wrecking Ball”.

No hubo teloneros, Bruce llegaba a Madrid con tanta energía que no los necesitaba. El concierto empezó media hora tarde debido a que hubo mucha gente en las gradas que llegó tarde y a eso de las 9:30 de la tarde se encendió el circuito de luces que escoltaba el escenario y saltó primero la fiel E Street Band y luego el Boss. El estadio entero dió un paso para adelante y comenzó a vibrar con las primeras canciones de su ídolo en una primera parte un poco más light, con canciones de su último disco y un poco menos conocidas.
En el público había gente de todas las edades, desde niños hasta veteranos de unos 70 años y de todos los países, todos ellos mirando hacia la misma dirección.

Empezó tocando canciones como We take care of our own, Wrecking ball, Spanish Eyes o I waiting on a Sunny Day. Tuvo unas palabras de aliento a los indignados y a los parados españoles en español “En América hay gente que ha perdido su trabajo y sus casas. Sé que aquí los malos tiempos son incluso peores. Nuestro corazón está con vosotros” a las que el público reaccionó con gran júbilo y admiración.

La parte fuerte del concierto llegó cuando Bruce, complaciendo el hagstag #VaPorTiNacho y recordando al joven incondicional del Boss que falleció la semana pasada, dedicó la mítica The River a él y a su familia en un momento mágico en el cual los mecheros y los móviles del público dotaron al Bernabéu de un halo de hechizo con todas las luces apagadas.

A partir de aquí llegó el desenlace del concierto con las legendarias canciones de la banda como Because the night, Thunder Road, Born to run, Hungry Heart, Dancing in the dark o Born in the USA. También se permitió el lujo de venerar a grandes de la música tocando Twist and Shout de los Isley Brothers o Seven nights to rock de Moon Mullican. Y como todo desenlace, el clímax llegó con la canción Tenth Avenue Freeze-out, en la que el Boss recordó a su ex compañero Clarence Clemons, mítico saxofonista de la E Street Band en el día que se cumplía un año de su muerte.

Así, Bruce Springsteen cerraba una gran gira con un concierto mágico en el que todo el mundo rentabilizó hasta el último euro que pagó por su entrada y que salió del estadio rezando porque el Boss no tardase mucho en volver a la capital.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios