Este hallazgo servirá para que los conservadores puedan seguirles la pista. Estos animales suelen vagar por grandes áreas de distribución y ahora podrán monitorearles sólo por el sonido pues los lobos “aúllan mucho en la naturaleza”, asegura Root-Gutteridge, alumno de doctorado y director de la investigación; “ahora podemos saber con exactitud a quién corresponde cada llamada”, añade.
El equipo investigador ha llegado a esta conclusión gracias a un programa informático que analizó los aullidos de los lobos grises del este.
El programa analiza tanto el volumen como el tono de los aullidos y determina el idioma de lobos que viven principalmente en el parque Algonquin, de Canadá, y se custodian en la Biblioteca Británica de Londres.
En el estudio se obtuvo un 100% de precisión en los aullidos individuales y un 97% cuando los lobos aullaban en grupo. Los investigadores esperan que se convierta en una herramienta de trabajo para los conservadores de esta especie en un futuro próximo.