Las continuas lluvias y la DANA están poniendo en grave peligro la incubación del águila perdicera en Castellón, una especie en peligro de extinción. El Grup d’Estudi i Protecció dels Rapinyaires-Ecologista en Acció advierte que las condiciones climáticas adversas pueden causar el enfriamiento de los huevos, aumentar la humedad en el nido y elevar el riesgo de depredación. Además, las águilas enfrentan estrés y agotamiento por la dificultad para encontrar alimento. Se están implementando medidas de seguimiento y conservación para proteger a esta especie vulnerable, que cuenta con solo 22 parejas reproductoras en la provincia.
Las inclemencias meteorológicas amenazan la incubación del águila perdicera en Castellón y otras provincias
La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) y las lluvias persistentes han puesto en jaque la reproducción del águila perdicera (Aquila fasciata) en la provincia de Castellón. Esta especie, catalogada como En Peligro de Extinción, se encuentra en áreas montañosas como la Sierra d’Irta, el Desert de les Palmes y la Sierra d’Espadà.
El Grup d’Estudi i Protecció dels Rapinyaires-Ecologista en Acció de Vila-real (GER-EA) ha estado monitorizando las parejas reproductoras en Castellón durante años. Tradicionalmente, el período de puesta comienza a mediados de febrero; sin embargo, este año se ha observado un adelanto significativo, con cuatro parejas iniciando la incubación a finales de enero.
No obstante, las condiciones climáticas actuales representan un serio desafío para la incubación. Desde el lunes pasado, Castellón ha experimentado lluvias intensas que están afectando no solo a las águilas perdiceras, sino también a otras especies silvestres.
Durante el proceso de incubación, que dura aproximadamente 40 días, la hembra asume el 80-85% del tiempo necesario para mantener los huevos. Mientras tanto, el macho se encarga de proporcionar alimento. Sin embargo, el GER-EA advierte que las condiciones actuales son peligrosas tanto para los huevos como para los adultos.
Para los huevos:
Para los adultos:
A pesar de estos desafíos, el GER-EA continúa vigilando una pareja mediante cámaras de videovigilancia. Esto permite detectar rápidamente cualquier problema que requiera intervención por parte de agentes medioambientales. Además, se solicita mejorar las medidas para corregir apoyos eléctricos peligrosos que amenazan a estas aves.
Aunque se espera que estas adversidades climáticas impacten un porcentaje reducido de las águilas perdiceras, se confía en que la mayoría de los huevos eclosionen entre finales de marzo y principios de abril. Este aspecto será verificado mediante controles rutinarios realizados por el GER-EA junto con agentes medioambientales responsables del seguimiento de especies catalogadas como En Peligro de Extinción.
La DANA y las lluvias continuas ponen en peligro la incubación del águila perdicera, afectando negativamente a los huevos y a los adultos de esta especie en peligro de extinción.
Los riesgos incluyen el enfriamiento y muerte del embrión, exceso de humedad que puede afectar el desarrollo de los huevos, y un mayor riesgo de depredación al dejar los huevos expuestos por la ausencia de los adultos.
Los adultos pueden enfrentar estrés y agotamiento, hipotermia, dificultad para conseguir alimento, riesgo de electrocución al posarse en estructuras metálicas peligrosas y posible abandono del nido si no pueden mantenerse calientes ni encontrar alimento.
El Grup d’Estudi i Protecció dels Rapinyaires-Ecologista en Acció (GER-EA) mantiene vigilancia sobre una pareja monitorizada con cámara y solicita mejoras en la corrección de apoyos eléctricos peligrosos para evitar muertes. Se espera que la mayoría de los huevos eclosionen entre finales de marzo y principios de abril.