La ONU ha instado a triplicar los fondos destinados a la protección de los bosques tropicales, que son esenciales para la regulación del agua, la seguridad alimentaria y la economía global. La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, destacó que las inversiones actuales son insuficientes y mal dirigidas, lo que pone en riesgo estos ecosistemas vitales. Se estima que se necesita aumentar el gasto anual de 84.000 millones de dólares en 2023 a 300.000 millones para 2030. Los informes revelan que la conservación de 391 millones de hectáreas de bosques podría evitar pérdidas económicas significativas y mejorar la resiliencia ante desastres. Además, es crucial redirigir los flujos financieros hacia prácticas sostenibles y evitar subvenciones perjudiciales para el medio ambiente.
La preocupación por la rápida desaparición de los bosques tropicales, que desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y la seguridad alimentaria global, ha llevado al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a solicitar un aumento significativo en las inversiones destinadas a su preservación. Este llamado se realizó en el marco de la publicación de dos informes que destacan la necesidad urgente de triplicar las inversiones anuales en estos ecosistemas vitales.
Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, enfatizó que “los bosques no son solo reservorios de carbono o hábitats para la vida silvestre: constituyen la infraestructura de nuestros sistemas globales de alimentación, agua y economía”. Su declaración subraya la importancia crítica de estos espacios naturales, especialmente para aquellos países que enfrentan el desafío de equilibrar el desarrollo con la conservación.
El informe titulado Bosques en alto riesgo, beneficios de alto valor: una evaluación de los co-beneficios para los responsables de la toma de decisiones revela los múltiples beneficios asociados a la protección de 391 millones de hectáreas de bosques tropicales amenazados. Esta superficie es comparable a la extensión total de la Unión Europea y su preservación es fundamental para la regulación del agua, la seguridad alimentaria, y la resiliencia ante desastres.
Estos bosques sostienen a polinizadores como abejas y aves, esenciales para garantizar los rendimientos agrícolas que satisfacen las necesidades nutricionales anuales de diez millones de personas. Además, su conservación podría evitar pérdidas económicas anuales estimadas en hasta 81.000 millones de dólares, derivadas de catástrofes naturales.
En otro informe titulado El estado de la financiación forestal: Triplicar las inversiones para 2030, se identifica por primera vez el déficit financiero crítico que obstaculiza una gestión sostenible efectiva de los bosques. A pesar del compromiso internacional establecido en acuerdos como las Convenciones de Río y el Acuerdo de París, se requiere un cambio drástico en el gasto público.
Para proteger estos ecosistemas, el gasto anual debe aumentar desde los actuales 84.000 millones de dólares (en 2023) hasta alcanzar 300.000 millones para 2030 y 498.000 millones para 2050. Esto implica un incremento entre tres y seis veces respecto a las inversiones actuales.
El PNUMA advierte que los recursos destinados al uso sostenible de los bosques son insuficientes y mal dirigidos. Las subvenciones agrícolas perjudiciales para el medio ambiente superan anualmente los 400.000 millones de dólares, contribuyendo así a la pérdida alarmante de 2,2 millones de hectáreas forestales cada año; una superficie más extensa que Nairobi, sede del PNUMA.
El informe recalca con urgencia la necesidad imperiosa de alinear el desarrollo económico con la protección forestal. Para lograrlo, es esencial redirigir flujos financieros alejándolos de actividades destructivas y realinear incentivos fiscales y políticos hacia objetivos sostenibles y relacionados con la seguridad alimentaria.
Descripción | Cifra (en millones de dólares) |
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Gasto actual en 2023 | 84,000 |
Gasto necesario para 2030 | 300,000 |
Gasto necesario para 2050 | 498,000 |
Pérdidas económicas anuales evitadas | 81,000 |
Los bosques tropicales regulan el clima y garantizan la seguridad alimentaria mundial. Son vitales para la regulación del agua, la energía y la resiliencia frente a desastres, además de ser hábitats para la vida silvestre.
La ONU está haciendo un llamado a triplicar las inversiones anuales para proteger los bosques tropicales, aumentando el gasto de 84.000 millones de dólares en 2023 a 300.000 millones de dólares para 2030 y a 498.000 millones de dólares para 2050.
El déficit financiero que impide la gestión sostenible de los bosques es significativo, y se estima que se necesitan entre tres y seis veces más inversiones que las actuales para cumplir con los objetivos de conservación.
Las subvenciones agrícolas perjudiciales para el medio ambiente superan los 400.000 millones de dólares al año y contribuyen a la pérdida de 2,2 millones de hectáreas de bosque cada año.
Es necesario realinear los incentivos fiscales y políticos con los objetivos de seguridad alimentaria y sostenibilidad, redirigiendo los fondos lejos de actividades relacionadas con la deforestación.