La Inteligencia Artificial está revolucionando la conservación de jirafas en peligro de extinción en Tanzania a través de GIRAFFE, una herramienta desarrollada por Microsoft AI for Good Lab y el Wild Nature Institute. Esta innovadora tecnología utiliza visión por ordenador para identificar jirafas individuales basándose en sus patrones únicos de manchas, similar a huellas dactilares. Con más del 90% de precisión, GIRAFFE automatiza procesos que antes requerían días, permitiendo un seguimiento eficiente y rápido de las poblaciones. A medida que la población de jirafas ha disminuido más del 50% en los últimos 30 años debido a la caza furtiva, esta herramienta se convierte en crucial para recopilar datos sobre su supervivencia y migración. Además, su diseño accesible y código abierto permite su adaptación a otras especies, marcando un avance significativo en la conservación animal.
En 1956, la canadiense Anne Innis Dagg emprendió un viaje en solitario hacia Sudáfrica con el objetivo de estudiar a las jirafas en su hábitat natural. Se convirtió en la primera investigadora occidental en realizar tal labor. Su descubrimiento fue tan simple como impactante: cada jirafa posee un patrón de manchas único, similar a una huella dactilar. Esta revelación, que en su época fue considerada revolucionaria, ha evolucionado hasta convertirse en la base de una de las herramientas más avanzadas de conservación mediante Inteligencia Artificial.
Microsoft ha lanzado GIRAFFE, acrónimo en inglés de Reidentificación Generalizada Basada en Imágenes mediante IA para la Extracción de Rasgos de Fauna. Desarrollada por el equipo de Microsoft AI for Good Lab en colaboración con el Wild Nature Institute, esta herramienta tiene como propósito asistir a los conservacionistas en la vigilancia y protección de las jirafas en peligro de extinción en Tanzania. Tras más de diez años de trabajo conjunto, GIRAFFE ya está proporcionando información crucial para estabilizar poblaciones críticas de jirafas, marcando así solo el inicio de su impacto.
Las jirafas son exclusivas del continente africano y, lamentablemente, su población en Tanzania ha disminuido más del 50% en los últimos 30 años. Las hembras adultas se han convertido en un blanco frecuente para los cazadores furtivos, lo que ha llevado a que las poblaciones queden fragmentadas y vulnerables. Para revertir esta alarmante tendencia, los conservacionistas requieren datos precisos sobre tasas de supervivencia, rutas migratorias y patrones reproductivos, entre otros aspectos. Sin embargo, recopilar y analizar esta información ha sido históricamente una tarea monumental.
Aquí es donde la Inteligencia Artificial se presenta como una solución prometedora.
La herramienta GIRAFFE utiliza visión por ordenador para identificar jirafas individuales basándose en sus distintivos patrones de manchas. Además, automatiza tareas como el etiquetado de imágenes y la actualización de catálogos, lo que optimiza considerablemente el trabajo investigativo. Sus características incluyen:
Cada vez que se captura una imagen de una jirafa —generalmente desde su lado derecho— la herramienta compara esa imagen con su base de datos para identificarla o marcarla para revisión manual. Cada campaña puede generar más de 1.500 imágenes; lo que antes tomaba días ahora se resuelve en cuestión de minutos.
"El software de reconocimiento de patrones y la visión por ordenador nos permiten rastrear a miles de jirafas. Fotografiamos cada ejemplar avistado e introducimos esas imágenes al sistema. Esta base de datos es esencial para determinar dónde prosperan las jirafas y dónde no, permitiéndonos tomar medidas efectivas para su protección", afirman Derek Lee y Monica Bond del Wild Nature Institute.
Aunque GIRAFFE fue diseñada específicamente para las jirafas, su arquitectura es adaptable a cualquier especie que posea patrones visuales únicos, como cebras o tigres. Este enfoque resalta el valor fundamental de la ciencia abierta: una vez desarrollada una herramienta eficaz, sus beneficios pueden multiplicarse entre diversas especies.
Agradecemos especialmente al Wild Nature Institute y al Masai Giraffe Conservation Project por su incansable trabajo sobre el terreno y compromiso con esta causa vital.
Desde Microsoft sostenemos que los grandes retos globales —como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad— requieren no solo dedicación sino también colaboración efectiva. La Inteligencia Artificial no salvará por sí sola a las jirafas; sin embargo, cuando se aplica por científicos comprometidos puede generar un impacto significativo.
Asegurémonos así que estos majestuosos gigantes continúen teniendo un espacio donde habitar.
Cifra | Descripción |
---|---|
50% | Disminución de la población de jirafas en Tanzania en los últimos 30 años. |
90% - 99% | Precisión del reconocimiento de jirafas con la herramienta GIRAFFE. |
1,500 | Número de imágenes generadas por cada campaña de observación. |
< 2 segundos | Tiempo promedio para procesar una imagen y realizar una coincidencia. |
Las jirafas solo habitan en África y, en Tanzania, su población ha disminuido más de un 50% en los últimos 30 años. Las hembras adultas son un blanco habitual de los cazadores furtivos, lo que deja a las poblaciones fragmentadas y vulnerables.
GIRAFFE utiliza visión por ordenador para identificar jirafas individuales a partir de sus manchas. Automatiza tareas como el etiquetado de imágenes y la actualización de catálogos, agilizando el trabajo de los investigadores con alta precisión y rapidez.
La herramienta compara cada fotografía tomada de una jirafa con una base de datos existente para identificarla o marcarla para revisión manual, facilitando el seguimiento de miles de jirafas.
Sí, aunque fue creada específicamente para las jirafas, la arquitectura de GIRAFFE puede adaptarse a cualquier especie con patrones visuales distintivos, como cebras y tigres.
GIRAFFE permite recopilar y analizar datos cruciales sobre las jirafas, mejorando la eficacia en la toma de decisiones para su protección y conservación.