IKERLAN y NUUK Mobility han colaborado en el desarrollo de un prototipo de batería modular y reutilizable para vehículos eléctricos ligeros. Este innovador sistema de baterías de ion-litio ofrece alta densidad energética, mejorando la autonomía y sostenibilidad de las flotas eléctricas. El diseño modular permite adaptar la capacidad de almacenamiento a diferentes necesidades, además de facilitar su reutilización en aplicaciones estacionarias al final de su vida útil. Este proyecto se enmarca dentro del PERTE VEC y está financiado con fondos europeos, contribuyendo a la transición hacia una movilidad más eficiente y sostenible.
NUUK Mobility, una empresa vasca dedicada a la gestión de flotas y al diseño de vehículos eléctricos ligeros, ha unido fuerzas con el Centro Tecnológico IKERLAN para investigar un sistema innovador de baterías modulares de ion-litio. Este desarrollo se centra en un sistema flexible que promete aumentar la autonomía y sostenibilidad de las flotas eléctricas, ofreciendo una alternativa eficiente frente a los vehículos de combustión.
A pesar de que los vehículos eléctricos representan una opción más limpia en comparación con los combustibles fósiles, las tecnologías actuales de almacenamiento energético enfrentan desafíos significativos relacionados con el costo, la seguridad y la reciclabilidad. El nuevo modelo de baterías busca facilitar la movilidad eléctrica en el contexto de la descarbonización del transporte, abordando las necesidades específicas de distribución en última milla mediante vehículos ligeros como las motos eléctricas.
IKERLAN ha desarrollado una solución multitecnológica basada en un diseño modular que permite ajustar la capacidad de almacenamiento energético según las necesidades específicas de cada vehículo. Eduardo Miguel, investigador y jefe del proyecto en IKERLAN, destaca: “se trata de un sistema eficiente y versátil que enfoca el diseño hacia la modularidad. Hemos creado un prototipo que se adapta a diferentes tipos de vehículos con diversas exigencias de potencia o autonomía. Además, se le puede dar una segunda vida como sistema de almacenamiento estacionario al final de su ciclo útil”.
Pablo Llop, director de Ingeniería en NUUK, añade: “incorporar requisitos para la reutilización en el diseño de baterías es una innovación clave que prolonga su ciclo vital y mejora la reciclabilidad”. Actualmente, el prototipo está en fase de validación tecnológica tras realizar pruebas exhaustivas para asegurar su fiabilidad y durabilidad antes de ser instalado en motocicletas eléctricas.
Las baterías de ion-litio son consideradas fuera de servicio cuando su capacidad cae por debajo del 80% de su rendimiento original. Sin embargo, el prototipo desarrollado por NUUK e IKERLAN permite que estas baterías sean reutilizadas para aplicaciones menos exigentes en términos energéticos, como el almacenamiento estacionario. CEGASA colabora en este aspecto aportando su experiencia en sistemas de almacenamiento.
Este esfuerzo conjunto entre IKERLAN y NUUK forma parte del proyecto LIBRESS y se inscribe dentro del marco del PERTE VEC, iniciativa respaldada por el Ministerio de Industria y Turismo. Con una inversión superior a 74 millones de euros y la participación activa de 45 empresas —70% pymes españolas—, este proyecto representa un avance significativo hacia una movilidad más sostenible.
La investigación también complementa otros proyectos desarrollados por IKERLAN relacionados con cargadores y sistemas energéticos para diversas empresas del sector. Este tipo de iniciativas refleja el compromiso continuo del centro tecnológico con la transferencia tecnológica al mercado, lo cual representa actualmente el 55% de su facturación global.
Es un sistema innovador de baterías de ion-litio modulares, diseñado para ser adaptable y reutilizable en vehículos eléctricos ligeros, mejorando la autonomía y sostenibilidad de las flotas.
El sistema ofrece flexibilidad en el almacenamiento de energía, permitiendo ajustar la capacidad según las necesidades del vehículo. Además, se enfoca en la modularidad y la posibilidad de dar una segunda vida a las baterías en aplicaciones de almacenamiento estacionario.
Este prototipo ayuda a superar los retos actuales de costo, seguridad y reciclabilidad en tecnologías de almacenamiento energético, apoyando así la descarbonización del transporte y promoviendo una alternativa sostenible a los vehículos de combustión.
Las baterías que alcanzan menos del 80% de su capacidad inicial pueden ser reutilizadas en aplicaciones donde no se requiere alta densidad energética, como el almacenamiento energético estacionario.
El prototipo está actualmente en fase de validación tecnológica, habiéndose realizado pruebas de laboratorio para garantizar su fiabilidad y durabilidad antes de su instalación en motocicletas eléctricas.
Este proyecto forma parte del PERTE VEC, impulsado por el Ministerio de Industria y Turismo, financiado con fondos europeos Next Generation EU, y cuenta con la participación de múltiples empresas españolas.