Investigadores de la Universitat de València han descubierto que las microalgas simbiontes de líquenes, específicamente 'Trebouxia maresiae', pueden sobrevivir en condiciones extremas similares a las de Marte. Este hallazgo, parte del proyecto TREBOUXMARS financiado por la Agencia Espacial Europea y otros organismos, destaca su capacidad para producir oxígeno y nutrientes, lo que podría ser crucial para futuras misiones humanas al planeta rojo. Con un enfoque en el potencial biotecnológico de estas microalgas, el estudio abre nuevas posibilidades en áreas como la agricultura espacial y la industria alimentaria. Para más información, visita el enlace a la noticia completa.
Un reciente estudio llevado a cabo por la Universitat de València (UV) ha revelado que ciertas microalgas simbiontes de líquenes, específicamente la especie Trebouxia maresiae, poseen la capacidad de sobrevivir en condiciones extremas que simulan las de la superficie marciana. Este hallazgo no solo destaca su habilidad para producir oxígeno y nutrientes en ambientes severos, sino que también abre un abanico de posibilidades biotecnológicas para diversas aplicaciones, incluyendo la industria alimentaria y la agricultura espacial.
El proyecto, denominado TREBOUXMARS, recibe su nombre de una familia de microalgas simbióticas extraídas de talos de líquenes. Está respaldado por financiación de la Agencia Espacial Europea, el Ministerio de Ciencia y la Generalitat Valenciana. La investigación es resultado del esfuerzo conjunto entre los grupos SYMBIOGENE y PHOTOBIONTECH.
En un laboratorio, el equipo investigador ha logrado replicar las condiciones ambientales del planeta rojo, demostrando que algunas microalgas pueden resistir situaciones extremadamente adversas, incluida la exposición al espacio exterior. Tras ser extraídas de los líquenes, estas microalgas pueden cultivarse independientemente y son capaces de prosperar en el entorno marciano, lo que podría facilitar el establecimiento humano en el planeta.
“Estamos hablando de organismos con un repertorio metabólico complejo y altamente adaptable”, explica Pedro Carrasco, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en BIOTECMED. “Hemos analizado sus respuestas metabolómicas ante diversos tipos de estrés ambiental y ahora profundizamos en las aplicaciones biotecnológicas que esto puede ofrecer”.
La investigadora Eva Barreno, catedrática emérita de Botánica, añade que estas células eucarióticas presentan características biológicas únicas: “Las membranas de sus cloroplastos, mitocondrias y citoplasmas no se desnaturalizan, permitiendo recuperar su estructura original rápidamente”. Esta propiedad se está estudiando mediante metodologías avanzadas en biología celular.
El estudio también forma parte de la tesis doctoral de Marta Pérez-Rodrigo, cofinanciada por la ESA dentro del proyecto PROMETEO/2021/005. Ha sido presentado en varios congresos internacionales, incluyendo el Algae Symposium 2024 y el International Botanical Congress 2024.
TREBOUXMARS se centra en dos objetivos clave: primero, el cultivo sostenible de estas microalgas para generar oxígeno y nutrientes en condiciones extremas; segundo, evaluar su potencial biotecnológico para aplicaciones farmacéuticas y alimentarias.
Las microalgas utilizadas provienen de la Colección de Algas Simbióticas de la Universitat de València (ASUV), dedicada al cultivo y mantenimiento a partir de líquenes mediante protocolos desarrollados por el grupo SYMBIOGENE.
Este ambicioso proyecto cuenta con financiamiento significativo por parte del gobierno valenciano y otras instituciones científicas internacionales. Los grupos involucrados están liderados por destacados investigadores como Eva Barreno y Pedro Carrasco.
Información complementaria:
Artículo Environmental Microbiology
Se han descubierto microalgas simbiontes de líquenes, específicamente la especie ‘Trebouxia maresiae’.
Estas microalgas son capaces de sobrevivir en condiciones extremas similares a las de la superficie marciana y pueden producir oxígeno y nutrientes en ambientes severos.
Tienen un potencial biotecnológico que puede ser interesante para la industria alimentaria, la agricultura espacial y el desarrollo de futuras misiones humanas en Marte.
El proyecto está financiado por la Agencia Espacial Europea, el Ministerio de Ciencia y la Generalitat Valenciana.
El equipo de investigación ha simulado en laboratorio las condiciones ambientales de la superficie del planeta rojo para estudiar la supervivencia de las microalgas.
Los objetivos incluyen cultivar estas microalgas simbiontes para producir oxígeno y nutrientes en ambientes severos y explorar su potencial biotecnológico.