Brasil ha lanzado un nuevo fondo, denominado Fondo de los Bosques Tropicales para Siempre, durante la cumbre climática de la ONU en Belém, con el objetivo de priorizar la protección de los bosques y detener la deforestación. Este fondo recompensará a los países que logren conservar sus bosques, ofreciendo cuatro dólares por hectárea al año, con una inversión inicial de mil millones de dólares del gobierno brasileño. Se espera que movilice hasta 4000 millones de dólares anuales y beneficie a 74 países, incluyendo áreas críticas como la Amazonía y la Cuenca del Congo. La iniciativa busca transformar el financiamiento para abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, asegurando que las comunidades locales, especialmente los pueblos indígenas, reciban apoyo directo por su labor en la conservación.
En un esfuerzo por abordar la crisis climática, Brasil ha lanzado un nuevo fondo destinado a la protección de los bosques tropicales. Este anuncio se realizó durante la cumbre de líderes mundiales en Belém, una ciudad que sirve como puerta de entrada a la Amazonía. El objetivo principal de esta iniciativa es revertir el alarmante ritmo de deforestación que afecta a estos ecosistemas vitales.
El fondo, denominado Fondo de los Bosques Tropicales para Siempre, tiene como propósito recompensar a los países que logren detener la deforestación. Se espera que este mecanismo canalice hasta 4,000 millones de dólares anuales hacia 74 naciones, promoviendo así un mayor valor económico para los bosques vivos en comparación con aquellos que han sido talados.
Durante su intervención, el Secretario General de la ONU, António Guterres, enfatizó la importancia de los bosques tropicales al afirmar que son esenciales para el equilibrio del planeta. “Los bosques tropicales dan vida a nuestro planeta”, subrayó Guterres, quien también destacó que estos ecosistemas han sido históricamente considerados como fuentes de ganancias inmediatas en lugar de activos valiosos a largo plazo.
El nuevo fondo ofrecerá cuatro dólares por hectárea al año a aquellos países que mantengan sus bosques, con pagos ajustados según un monitoreo satelital riguroso. De esta manera, se busca incentivar la conservación y asegurar que las áreas forestales sean vistas como inversiones sostenibles.
En septiembre pasado, durante la semana de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva anunció una inversión inicial de mil millones de dólares para este fondo. Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30, confirmó que el 20% de los pagos realizados por cada país se destinarán directamente a las comunidades locales, resaltando así el compromiso del gobierno brasileño no solo con la preservación forestal sino también con el bienestar de quienes habitan y protegen estos espacios.
Toni declaró: “Esto demuestra la determinación del gobierno brasileño no solo de preservar los bosques, sino también de recompensar a quienes los protegen”. Esta medida pone especial énfasis en el apoyo a los pueblos indígenas y otras comunidades que desempeñan un papel crucial en la conservación.
La creación del fondo tuvo su origen en la COP28, celebrada en Dubai en 2023. Desde entonces, cinco países con importantes áreas forestales han decidido unirse: Colombia, Ghana, República Democrática del Congo, Indonesia y Malasia. Se prevé que países inversionistas como Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Noruega y Reino Unido participen activamente en este mecanismo financiero.
A través de este sistema mixto de inversión, se espera movilizar hasta 25,000 millones de dólares en aportaciones gubernamentales y más de 100,000 millones de dólares provenientes del sector privado. Brasil estima que el fondo podría generar aproximadamente 4 mil millones anuales para la protección forestal.
A pesar del entusiasmo generado por esta iniciativa, persisten desafíos significativos en cuanto al financiamiento global para proyectos relacionados con los bosques. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es necesario aumentar las inversiones anuales desde los actuales 84 mil millones hasta alcanzar 300 mil millones para 2030 y casi 500 mil millones para 2050. Esto revela un déficit anual proyectado superior a 216 mil millones de dólares.
A través del Fondo de los Bosques Tropicales para Siempre se busca transformar radicalmente los esfuerzos globales contra el cambio climático. La iniciativa representa un avance hacia un financiamiento más justo e inclusivo que garantice recursos adecuados para quienes se dedican a proteger estos ecosistemas esenciales.
La COP30 continuará hasta el 21 de noviembre y reúne a líderes mundiales y negociadores enfocados en acelerar acciones climáticas con especial atención en los bosques tropicales y soluciones basadas en la naturaleza.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 1,000 millones de dólares | Inversión inicial en el fondo |
| 4 dólares | Pagos a países por conservación (por hectárea al año) |
| 74 países | Número de países aptos para recibir apoyo del fondo |
| 4,000 millones de dólares | Monto esperado del fondo anualmente |
Es una iniciativa lanzada por Brasil que recompensará a los países que logren detener la deforestación, con el objetivo de que los bosques tengan mayor valor vivos que deforestados.
Se estima que el fondo podría generar alrededor de 4000 millones de dólares anuales, y se espera que los gobiernos inversionistas aporten 25.000 millones de dólares en los próximos años, movilizando más de 100.000 millones de dólares de fuentes privadas.
El fondo beneficiará a 74 países que albergan más de mil millones de hectáreas de bosques tropicales y subtropicales, así como a las comunidades locales, especialmente a los pueblos indígenas que protegen estos bosques.
El fondo será financiado por inversiones de varios países, incluyendo Alemania, Emiratos Árabes, Francia, Noruega y el Reino Unido, en un mecanismo donde los dividendos se comparten entre los inversionistas y los países con bosques.
Los bosques tropicales son vitales para la estabilidad climática y la biodiversidad. La protección de estos ecosistemas ayuda a combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
El 20% de los pagos destinados a cada país se destinará directamente a las comunidades locales, reforzando su papel en la conservación y protección de los bosques.