El cambio climático podría llevar a casi seis millones de niños y jóvenes en América Latina a la pobreza para 2030, según un informe de la CEPAL y UNICEF. Si los países no cumplen sus compromisos de reducción de emisiones, esta cifra podría aumentar a 17,9 millones. El documento destaca que el impacto de fenómenos climáticos extremos afecta gravemente la vida y educación de los menores. Actualmente, solo el 3,4% del financiamiento climático se destina a la infancia, lo que agrava las inequidades en la región. Se recomienda a los gobiernos implementar políticas que prioricen el bienestar infantil y aumenten la financiación destinada a sus necesidades específicas.
Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que, debido a los efectos del cambio climático, cerca de 5,9 millones de niños y jóvenes en América Latina se verán empujados a la pobreza para el año 2030. Esta cifra podría aumentar drásticamente hasta alcanzar los 17,9 millones si los países no cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y si no se prioriza la financiación climática en servicios sociales esenciales.
El estudio titulado El impacto del cambio climático sobre la pobreza infantil y juvenil de América Latina examina cómo los eventos climáticos extremos pueden agravar la situación económica de esta franja etaria. Además, evalúa las estrategias adoptadas por los gobiernos para mitigar estos efectos mediante la reducción de emisiones y la adaptación a los cambios ambientales.
En un escenario optimista donde se implementen medidas efectivas y rápidas para limitar las emisiones, se estima que al menos 5,9 millones de personas menores de 25 años podrían caer en la pobreza. Sin embargo, si las acciones acordadas en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional se llevan a cabo de manera tardía o insuficiente, la cifra podría triplicarse hasta alcanzar los 17,9 millones.
Roberto Benes, director regional de UNICEF, enfatizó que “los niños, niñas y adolescentes sostienen el mayor peso del cambio climático”. Su vulnerabilidad ante fenómenos extremos como ciclones o olas de calor es notablemente mayor debido a su desarrollo físico. Estos eventos no solo afectan su salud sino que también interrumpen su educación y los medios de vida familiares.
A pesar de la gravedad del panorama, el informe revela que solo el 3,4% del total de la financiación climática está destinado a la infancia en América Latina y el Caribe. Este recorte en fondos coincide con un momento crítico donde millones de niños requieren apoyo urgente para enfrentar el impacto desproporcionado del cambio climático en su desarrollo.
La falta de inversión adecuada en servicios esenciales como salud, nutrición y educación pone en riesgo el futuro de estos jóvenes. La reducción en la ayuda internacional agrava aún más esta situación crítica.
Ante este contexto alarmante, CEPAL y UNICEF instan a los gobiernos latinoamericanos a implementar políticas climáticas robustas que protejan a niños y jóvenes. Entre las recomendaciones destacan aumentar significativamente la financiación climática destinada específicamente a este grupo etario y desarrollar políticas sociales que atiendan sus necesidades particulares durante emergencias.
* El estudio abarca datos provenientes de 18 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Juntos representan aproximadamente el 95% de la población total entre los 33 Estados miembros de CEPAL.
Cifra | Descripción |
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5.9 millones | Número de niños y jóvenes que vivirán en pobreza para 2030 si se implementan acciones rápidas para limitar las emisiones. |
17.9 millones | Número de niños y jóvenes que podrían vivir en pobreza si los gobiernos no cumplen sus compromisos climáticos. |
3.4% | Porcentaje de la financiación climática dedicada a la niñez en América Latina y el Caribe. |
Se estima que al menos 5,9 millones de niños y jóvenes vivirán en la pobreza para 2030 debido al impacto del cambio climático.
Si los gobiernos no cumplen con sus compromisos para la reducción de emisiones, la cifra podría triplicarse a 17,9 millones.
Los niños, niñas y adolescentes son más vulnerables porque sus cuerpos en desarrollo son más susceptibles a fenómenos extremos y estos eventos interrumpen su educación y los medios de vida de sus familias.
Solo el 3,4% de la financiación climática es dedicada a la niñez en América Latina y el Caribe.
Recomiendan aumentar la financiación climática para la infancia, implementar políticas de protección social y respuestas a emergencias que consideren las necesidades específicas de los niños y jóvenes.