Ecologistas en Acción Sierras ha solicitado la suspensión del ascenso final al Alto de Guarramillas en la Vuelta Ciclista a España 2025, argumentando que este tipo de eventos deportivos masivos impacta negativamente en el delicado ecosistema de montaña de la Sierra de Guadarrama. La organización ha presentado escritos a diversas autoridades para que no se autorice esta etapa, recordando los problemas ocurridos en ediciones anteriores. Subrayan que la protección del medio ambiente debe prevalecer sobre la mercantilización de la naturaleza y proponen que la etapa final termine en el Puerto de Navacerrada, evitando así el ascenso al Alto de Guarramillas.
Ecologistas en Acción Sierras, una organización ambiental de la Comunidad de Madrid, ha elevado su voz en contra del ascenso final al Alto de Guarramillas durante la Vuelta Ciclista a España 2025. A través de escritos dirigidos a Parques Nacionales, al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y a la Comunidad de Madrid, han solicitado la suspensión inmediata de cualquier autorización o planificación relacionada con esta etapa competitiva.
La Vuelta ha culminado en el Alto de Guarramillas en dos ocasiones previas, concretamente en 2010 y 2012. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción argumentan que no debe repetirse esta experiencia. Consideran que las autoridades encargadas de proteger la Sierra de Guadarrama no pueden seguir cometiendo los mismos errores y deben evitar incurrir nuevamente en decisiones perjudiciales para el medio ambiente.
La etapa final está programada para el 13 de septiembre de 2025, con un recorrido que comenzaría en Robledo de Chavela y concluiría en el Puerto de Navacerrada y la conocida "Bola del Mundo". La organización ecologista subraya que a una altitud de 1.800 metros, el ecosistema montañoso es extremadamente frágil. Cualquier intervención humana puede tener consecuencias severas, especialmente considerando la afluencia esperada de miles de ciclistas y espectadores. Por ello, abogan por evitar competiciones deportivas masivas en espacios naturales tan delicados como el Alto de Las Guarramillas.
Además, Ecologistas en Acción ha instado a que se emita un informe obligatorio por parte del organismo gestor del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Este informe debe evaluar el impacto negativo potencial sobre los valores naturales que se buscan conservar dentro del parque. En caso de identificarse efectos adversos, dicho informe tendría carácter vinculante y excluyente.
Es pertinente recordar lo ocurrido durante la Vuelta en 2010, cuando la etapa final también tuvo lugar en el Alto de Las Guarramillas. Activistas pertenecientes a la Coordinadora Salvemos la Sierra llevaron a cabo protestas in situ, documentando el impacto negativo que dicha etapa causó en este espacio natural. Se evidenció una serie de incumplimientos por parte de UNIPUBLI, la empresa organizadora del evento: solo diez bidones para residuos fueron colocados cuando se había prometido uno cada cincuenta metros; vehículos no autorizados transitaban por el recorrido; y se permitieron actividades publicitarias prohibidas en esa zona protegida.
Desde Ecologistas en Acción reflexionan sobre cómo los lugares que albergan la Vuelta suelen pagar por promocionarse, pero enfatizan que la Sierra de Guadarrama no necesita tal mercantilización. En cambio, abogan por una protección más efectiva del entorno natural. Por lo tanto, sugieren que la vigésima etapa debería finalizar en el Puerto de Navacerrada sin ascender al Alto de Las Guarramillas y proponen eliminar completamente esta etapa montañosa en futuras ediciones debido a su incompatibilidad con el estatus protegido del Parque Nacional.
Finalmente, Ecologistas en Acción recuerda las palabras de expertos dedicados durante años a la protección de la Sierra de Guadarrama, quienes afirmaron que hay ocasiones donde lo mejor para el medio ambiente no es mitigar daños potenciales sino abstenerse completamente de realizar actividades dañinas.
Ecologistas en Acción Sierras ha solicitado la suspensión inmediata de cualquier autorización o planificación relacionada con la última etapa competitiva de la Vuelta Ciclista a España 2025, que incluye el ascenso al Alto de Guarramillas.
Argumentan que el ecosistema de montaña a 1.800 metros es muy delicado y que cualquier intervención humana puede causar un fuerte impacto, especialmente con la participación de miles de personas entre ciclistas y espectadores.
En la Vuelta de 2010, hubo protestas por parte de activistas debido al impacto negativo que tuvo la etapa final en el Alto de Guarramillas, incluyendo incumplimientos por parte de la organización respecto a las condiciones acordadas para proteger el área natural.
Proponen que la vigésima etapa de la Vuelta 2025 termine en el Puerto de Navacerrada sin ascender al Alto de Guarramillas y sugieren eliminar esta etapa de alta montaña en futuras ediciones debido a su incompatibilidad con el nivel de protección del Parque Nacional.
Ecologistas en Acción reflexionan que aunque los lugares por donde pasa la Vuelta pagan para promocionarse, consideran que la Sierra de Guadarrama necesita ser protegida y desmercantilizada, no sometida a una intensa promoción comercial.