La Universidad de Alicante (UA) lidera el proyecto europeo CropSafe, que busca reemplazar pesticidas tóxicos por extractos inocuos y sostenibles en la agricultura. Este proyecto se centra en cultivos esenciales como la patata, el tomate y el plátano, que enfrentan amenazas de plagas y enfermedades. CropSafe desarrollará nuevos compuestos bioactivos a partir de residuos de biomasa marina y otros desechos para proteger estos cultivos. Con una financiación de más de 5,2 millones de euros del programa HORIZON-RIA, el proyecto cuenta con la colaboración de diversas universidades y empresas europeas. La primera reunión del consorcio se llevará a cabo en Noruega el 18 de junio de 2025.
El grupo de investigación de Fitopatología de la Universidad de Alicante (UA) ha asumido el liderazgo en un ambicioso proyecto europeo denominado CropSafe, cuyo propósito es reemplazar los pesticidas tóxicos por alternativas sostenibles y con un menor impacto ambiental y para la salud. Este esfuerzo se enmarca dentro de las estrategias para una agricultura más ecológica.
CropSafe se centra en tres cultivos fundamentales para la seguridad alimentaria: la patata, el tomate y el plátano. Estos cultivos enfrentan serias amenazas debido a plagas y enfermedades en expansión. En particular, los nematodos, parásitos microscópicos que atacan principalmente las raíces, están causando estragos en las cosechas de patatas y tomates, reduciendo la producción hasta un 65 % en algunos casos.
Por otro lado, los cultivos de plátano sufren ataques del picudo negro, un insecto que provoca pérdidas económicas significativas. Este insecto también actúa como vector del hongo fitopatógeno Fusarium oxysporum f.sp. cubense, responsable de una pandemia global que afecta a las plantaciones de plátano y para la cual no existen métodos de control eficaces.
“Los pesticidas actualmente utilizados para combatir estas plagas, como el Fosthiazate en patatas o el Metam sodio en tomates, han sido identificados por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) como candidatos a ser retirados del mercado en un plazo aproximado de dos años”, explica Luis Vicente López Llorca, investigador principal del proyecto.
La necesidad de eliminar estos pesticidas sintéticos más perjudiciales es crucial para mitigar los daños ambientales y garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, esta situación deja a muchos agricultores sin opciones efectivas para el manejo de plagas. Federico López Moya, también investigador de la UA y parte del equipo del proyecto, señala que “la retirada es necesaria pero complica la situación actual de los agricultores”.
En respuesta a este desafío, el equipo del proyecto planea utilizar residuos de biomasa marina —como algas— así como materiales provenientes de la industria forestal, papelera y restos fúngicos. “Desarrollaremos nuevos compuestos bioactivos y formulaciones efectivas y sostenibles para proteger estos cultivos frente a sus principales amenazas”, afirman los investigadores.
CropSafe cuenta con la participación de alrededor de quince socios que incluyen universidades, centros de investigación y empresas líderes en agricultura sostenible procedentes de España, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Italia y Suiza. Entre los colaboradores destaca el Grupo Regional de Cooperativas Plataneras de Canarias (COPLACA), que representa a más de 3.200 agricultores canarios.
Con una financiación superior a 5,2 millones de euros proveniente del programa europeo HORIZON-RIA para el periodo 2025-2029, CropSafe se posiciona como uno de los proyectos internacionales más financiados coordinados por la UA. La primera reunión oficial del consorcio está programada para el próximo 18 de junio en Sarpsborg (Noruega), marcando así el inicio formal del proyecto.
Cifra | Descripción |
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65% | Reducción de las cosechas de tomate debido a los nematodos. |
5,2 millones de euros | Financiación del programa europeo HORIZON-RIA para el proyecto CropSafe. |
2025-2029 | Período de financiación del proyecto. |
3.200 agricultores | Número de agricultores representados por la cooperativa canaria COPLACA. |
El objetivo del proyecto CropSafe es sustituir pesticidas tóxicos por sustancias activas, sostenibles y con bajo impacto medioambiental y para la salud.
Los cultivos clave seleccionados son la patata, el tomate y el plátano, que están amenazados por plagas y enfermedades en expansión.
Los cultivos de tomate y patata están afectados por nematodos, parásitos microscópicos que pueden reducir las cosechas significativamente, hasta un 65% en el caso del tomate.
Los cultivos de plátanos sufren ataques por el picudo negro, un insecto que causa pérdidas económicas significativas y que también es vector de un hongo fitopatógeno que está causando una pandemia en las plataneras a nivel mundial.
Se están desarrollando nuevos compuestos bioactivos y formulaciones efectivas utilizando residuos de biomasa marina, forestal, de la industria del papel, restos de producción de café y desechos fúngicos.
CropSafe cuenta con una quincena de socios que incluyen universidades, centros de investigación, centros tecnológicos, biorrefinerías y empresas líderes en agricultura de precisión de varios países europeos.
El proyecto está financiado por el programa europeo HORIZON-RIA con más de 5,2 millones de euros para el periodo 2025-2029.
La primera reunión del consorcio se llevará a cabo el 18 de junio en Sarpsborg, Noruega.