En 2023, se registraron 80.065 separaciones y divorcios en España, afectando emocionalmente a los niños. La psicóloga Zenaida Aguilar de la Universitat Oberta de Catalunya ofrece cinco consejos para ayudar a los menores a afrontar esta situación: mantener una comunicación clara entre padres, establecer normas coherentes en ambos hogares, evitar que los niños tomen partido, proporcionar estabilidad emocional y buscar apoyo profesional si es necesario. Estos consejos son fundamentales para mitigar el impacto negativo que la separación puede tener en el bienestar emocional de los hijos.
En el transcurso de 2023, se registraron un total de 80.065 casos de separación y divorcio en España, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De estos, un 48,4 % correspondió a custodias compartidas, lo que representa un incremento de 2,9 puntos respecto al año anterior. La separación de los padres no solo afecta la dinámica familiar, sino que también tiene profundas repercusiones emocionales, sociales y económicas en los hijos. La profesora colaboradora Zenaida Aguilar Vijande, del Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), advierte que los menores pueden experimentar sentimientos de miedo y ansiedad durante este proceso.
Aguilar, quien ejerce como psicóloga clínica, ha observado un aumento en la demanda de terapias familiares durante las separaciones. Uno de los problemas más frecuentes es la dificultad para llegar a acuerdos entre los padres sobre decisiones cruciales que afectan a sus hijos. Esto incluye la necesidad de proporcionar terapia adecuada si el menor muestra signos de estar afectado por la situación. “La falta de consenso puede generar conflictos que impactan negativamente en el bienestar emocional del niño”, explica Aguilar. Este conflicto se intensifica cuando uno de los progenitores intenta excluir al otro de decisiones importantes, lo que lleva a que los menores se sientan atrapados entre dos mundos.
No existe un momento ideal para informar a los niños sobre una separación; sin embargo, Aguilar enfatiza la importancia de elegir un momento en el que ambos padres estén presentes para brindar apoyo emocional. Es fundamental crear un ambiente donde los niños puedan procesar la información adecuadamente. Para los más pequeños, es esencial utilizar un lenguaje simple y dejar claro que no son responsables de la separación. “Los niños pueden reaccionar con llanto o ansiedad al recibir esta noticia; por ello, es vital que los padres estén listos para responder a sus preguntas y ofrecerles seguridad emocional”, destaca.
Entre los errores comunes que cometen los padres durante esta etapa crítica se encuentra la incoherencia en las normas entre ambos hogares. Esta falta de consistencia puede provocar confusión y estrés en los menores. Otro error grave es involucrar a los niños en conflictos parentales, ya sea pidiéndoles que tomen partido o actúen como intermediarios. Aguilar ilustra este punto señalando cómo algunos niños sienten presión para elegir entre uno u otro progenitor, lo cual genera una carga emocional significativa.
Para mitigar el impacto emocional y psicológico que puede tener una separación en los niños, Aguilar sugiere cinco estrategias clave:
A modo de conclusión, Aguilar subraya que manipular emocionalmente a los hijos o ejercer violencia vicaria son prácticas dañinas que deben ser evitadas. “Es fundamental permitir que los niños mantengan relaciones saludables con ambos progenitores sin presionarlos”, concluye la experta.
Cifra | Descripción |
---|---|
80.065 | Casos de separación y divorcio en 2023. |
48,4% | Porcentaje de divorcios con custodia compartida. |
2,9 | Puntos porcentuales de aumento en la custodia compartida respecto al año anterior. |
Es crucial elegir un momento en el que los padres puedan estar presentes y brindar su apoyo emocional a los hijos. Debe ser un momento de conexión y se les debe dar espacio para procesar la información. Es importante usar un lenguaje sencillo y asegurarse de que entienden que la separación no es culpa suya.
Entre los errores más comunes se encuentran la falta de coherencia en las normas entre los dos hogares, involucrar a los niños en los conflictos de los padres, y presionar a los niños a elegir entre uno u otro progenitor.
El impacto emocional varía según la edad del menor. Los más pequeños pueden mostrar ansiedad y aislamiento social; los niños en edad escolar enfrentan sentimientos de abandono y culpa; y los adolescentes pueden sentirse atrapados en conflictos de lealtad.
Las claves incluyen mantener una comunicación clara entre los padres, establecer normas coherentes en ambos hogares, evitar que los niños se sientan obligados a tomar partido, proporcionar seguridad emocional, y buscar apoyo profesional si es necesario.