Organizaciones ecologistas han presentado alegaciones contra el aumento del 48% en el consumo hídrico solicitado por Amazon Web Services (AWS) para sus centros de datos en Aragón. Denuncian la falta de transparencia y control sobre el uso del agua, argumentando que el cambio climático no justifica este incremento. Además, critican la opacidad de las administraciones locales en la gestión de datos sobre consumo y vertidos. Los grupos ecologistas piden que se detenga la tramitación de esta autorización ambiental y se implementen mecanismos de vigilancia independientes para garantizar un uso sostenible del agua.
Diversas organizaciones ecologistas han presentado alegaciones en relación con la ampliación de los centros de datos de Amazon en Aragón, específicamente al PIGA. La compañía AWS ha solicitado un incremento del 48% en su consumo hídrico para sus instalaciones ya operativas.
Las denuncias se centran en la falta de transparencia y control sobre el uso del agua por parte de estos centros, destacando el caso específico de AWS en Aragón. Las organizaciones ecologistas argumentan que este aumento es tanto enorme como injustificado.
Entre las solicitudes, se pide que no se tramite esta autorización ambiental y que se implementen mecanismos de vigilancia eficaces e independientes. Ecologistas en Acción y Tunubesecamirío han expresado su preocupación por la modificación de la autorización ambiental para los centros de datos ubicados en Villanueva de Gállego, Huesca, y El Burgo de Ebro.
La justificación presentada por AWS para este incremento se basa en que “la exposición a periodos prolongados de altas temperaturas ambientales tiene un impacto inevitable y directo en el agua consumida”. Sin embargo, los ecologistas consideran que este argumento no es suficiente para justificar tal aumento, ya que el cambio climático debería haber sido contemplado desde la solicitud inicial.
Una investigación reciente publicada por El País estima que el centro de datos de Huesca ha consumido casi el doble del agua autorizada. Este dato es significativo, dado que es el único centro del cual se ha podido obtener información concreta. Las sospechas apuntan a que esta práctica podría ser común entre otros centros a nivel global.
La falta de transparencia también afecta a las administraciones locales. Los ayuntamientos y el gobierno de Aragón, responsables del impuesto medioambiental sobre aguas residuales, están ocultando datos sobre el consumo y vertidos, cuando deberían ser los primeros en garantizar dicha transparencia. Por ello, las organizaciones ecologistas planean presentar alegaciones adicionales al PIGA.
A pesar de las alegaciones iniciales, AWS ha llevado a cabo una intensa campaña para mejorar su imagen pública, participando en eventos como el Congreso TECH4Water sin mencionar su solicitud para aumentar el consumo hídrico. Esta aparente desconexión entre sus actividades promocionales y las demandas reales plantea dudas sobre la sinceridad de sus prácticas empresariales.
Los grupos ecologistas enfatizan que la opacidad habitual en torno al gasto hídrico por parte de grandes empresas parece ser una estrategia deliberada para dificultar la comprensión pública sobre su verdadero impacto ambiental. En consecuencia, solicitan nuevamente que se detenga la tramitación de esta autorización ambiental hasta que se establezcan mecanismos adecuados para supervisar el uso del agua.
Diversas organizaciones ecologistas han presentado alegaciones al PIGA de ampliación de los centros de datos de Amazon en Aragón, denunciando un aumento del 48% en el consumo hídrico solicitado por AWS.
Las organizaciones ecologistas argumentan que el cambio climático y las condiciones de estrés hídrico deberían llevar a limitar el consumo de agua en lugar de aumentarlo, especialmente para garantizar el acceso al agua a la población y la agricultura.
Una investigación reciente ha estimado que el centro de datos de Huesca de AWS ha consumido casi el doble de agua de lo que se le había concedido, lo que genera sospechas sobre prácticas similares en otros centros.
Piden que no se tramite la autorización ambiental para el aumento del consumo hídrico y que se implementen mecanismos de vigilancia eficaces e independientes.
Las administraciones, incluyendo los ayuntamientos y el gobierno de Aragón, son criticadas por su falta de transparencia y control sobre el consumo de agua y vertidos relacionados con los centros de datos.