La tercera razón por la que debemos combatir sin tregua a los yihadistas, es la siguiente: Se nos hace imprescindible Crear un futuro para toda la especie humana en convivencia constante. Este hecho nos obliga a buscar mecanismos de entendimiento para todos los habitantes del planeta Tierra.
Supongo que este tema está claro para todo el mundo: Ya vivimos en lo que algunos llaman “La aldea global”, y las comunicaciones de todo tipo, producción de bienes, transportes, comercio, deportes, cultura musical, cine, teatro… Se realizan para todos los habitantes del globo. La era de Internet ha hecho que se sepa todo en cualquier momento y en cualquier lugar geográfico. Derivado de ello ya debemos convivir todos los de la especie humana en todo el planeta. Ya nadie puede desarrollarse al margen.
Como esto es así, debemos cuanto antes buscar mecanismos de entendimiento –al principio puede que sean mínimos, pero después abarcarán todas las facetas- que nos faciliten la convivencia al nivel planetario. No cabe duda que los sistemas de creencias eran unas reglas de convivencia, y que dieron lugar a unos sistemas legales que regulaban los conflictos entre los ciudadanos. Ahora ya son imprescindibles unos mecanismos de pensamiento que den lugar a leyes que permitan viajar a cualquiera ciudadano por placer o negocios a cualquier lugar del globo, y no sufra imposición absurda alguna.
Supongo que no habrá polémica con lo siguiente: Es obvio que todas las religiones e ideologías quieren creer – y así lo propagan- que son la única verdadera y válida, y que los demás deben convertirse a la suya, pero también es más obvio todavía que millones de personas se dejarán matar antes de verse obligados a profesar otra religión o ideología. Por todo ello, ninguna de las actuales puede imponerse sobre los demás habitantes. Ya no nos queda más remedio que buscar –entre todos y para todos- unas reglas de convivencia para Toda la Especie Humana.
El futuro es aceptarnos todos como lo que somos, una única especie animal. Que por distintos motivos geográficos, ambientales, conflictos de territorios y un sin fin de causas más, hemos creado reinos, estados, culturas, lenguas y formas de pensar distintas. Todo lo anterior adaptado a las circunstancias que nuestros antepasados han tenido que padecer. Y con el único fin de sobrevivir en las mejores condiciones posibles, crearon esos mecanismos de convivencia. Hoy ya no son válidos aquellos sistemas, como ya no es válido aquel sistema de transportes o de mecanismos de producción de alimentos.
Los Yihadistas no pueden imponer –como pretenden por las armas- su sistema de creencias a los demás. Han de aceptar –como aceptamos todos nosotros- que no se puede imponer de ninguna forma nuestros dogmas a los demás. Ya conocemos bastante el pasado de todas las culturas para comprobar que efectos produce y a qué resultados lleva.
El Futuro es razonar los temas, discutirlos hasta la saciedad… Y pactar normas para todos. Ni las nuestras ni las suyas, sino aquellas que se valla demostrando que son más viables para el entendimiento entre todos.
El que quiera creer en “Manitú de las praderas” que crea, pero ha de aceptar reglas de transporte, producción, viajes, literatura, teatro, cine, turismo, deportes, tráfico…. Para todos los habitantes del planeta Tierra en igualdad de derechos.
Todo lo anterior solo podemos lograrlo de dos formas: Primero.- Combatiendo hasta el final al que trate de imponerse por la fuerza, y, Segundo.- Convocando después a todo el mundo para que dialogue y pacte reglas de convivencia que adoptemos en la O.N.U para todos los habitantes de este maravilloso globo.
Creo que esta razón es poderosísima, y no debemos flaquear en ningún momento. Debemos defenderla por todos los medios. Nuestro futuro, y más aún, el futuro de nuestros hijos y nietos será consistente o no en función a las poderosas Razones y Conocimientos Técnicos sobre las cuales lo construyamos.
Si queremos desarrollar un futuro serio debemos combatir a los Yihadistas y a todo aquel fanático que quiera imponer sus ideas o creencias… “Porque lo dicen ellos”.
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