Tres de las prácticas más importantes para evitar una pérdida total de datos

Nos referimos a los procesos donde los datos y la información de las empresas quedan registrados. Estos procedimientos son tan importantes que deben implementarse estrategias para su control y gestión. Las consecuencias de no implantar estas técnicas pueden ser, en ocasiones, catastróficas.

Partimos de una base bastante simple, la información es un elemento vital para las empresas modernas y deben protegerla de manera muy cuidadosa. Existen tres prácticas que harán más seguros tus datos:

Establecer una estrategia para la recuperación de datos y una copia de seguridad. Es necesario implantar estrategias efectivas que peritan una recuperación de datos total y rápida. Sin embargo, una estrategia fiable solo es parte de la solución, ya que no aborda la cuestión de la pérdida total de datos, para esos casos necesitamos que nuestra copia de seguridad esté intacta y completamente accesible.

Una solución, es la subcontratación de este tipo de servicio consiguiendo así que los datos se encuentren almacenados en lugares distintos. Si todos los datos se encuentran almacenados en la misma ubicación corremos el grave peligro de perderlos todos a la vez. Esto debe evitarse a toda costa ya que la pérdida de toda la información y datos de la empresa puede resultar catastrófica para el negocio. Abordar esta situación es más fácil de lo que parece, existen multitud de empresas que ofrecen una amplia gama de servicios en este sentido.

También es necesario establecer estrategias de respuestas a desastres. Las primeras dos prácticas hablan de garantizar que los datos se pueden restaurar, pero eso es sólo parte del problema. Se necesita un plan que describa cómo recuperar sus operaciones después de que ocurra algún desastre que lo elimine todo. El plan incluirá información sobre la forma de recuperar sus datos, también sobre el hardware, que se solicitará para poder acceder a la información.

Idealmente, no sólo deben tener un plan sino que además deben probarlo periódicamente. Esta puede ser una de las mejores prácticas para la gestión de datos de las empresas.